1-Hasta el año 1980 el capital se utilizó, principalmente, para generar empleo, por medio de empresas vinculadas a la industria y a la agricultura; pero, después de 1980 aquel capital productivo, vinculado a la economía real, comenzó a desplazarse hacia la economía financiera vinculada a los mercados de valores y las grandes inversiones; es decir, hacia la economía financiera donde el dinero se mueve muy rápido, es altamente especulativo y es poco regulado.
2- En el año 2020 apareció coronavirus y uno de los cambios que está forzando es el desplazamiento del dinero especulativo, hacia el capital productivo, es decir, hacia la generación de empleos por medio de la industria y la agricultura. Se prevé entonces que los gobiernos del mundo van a comenzar a regular mejor la economía financiera, puesto que, el único bote salvavidas que existe hoy es invertir forzosa y estratégicamente en los salarios y demás gastos fijos del sector productivo, formal e informal.
3- Ante la inexistencia de la vacuna contra el virus, las Naciones siguen usando como medicinas, la cuarentena y el cierre temporal del sector productivo, formal e informal; sin embargo, el encierro de la gente en los hogares y el paro transitorio de las fábricas, cuesta billones de pesos que los bancos no pueden proveer so pena de utilizar el ahorro privado para evitar la quiebra del sector productivo; se impone entonces la opción de acudir a la economía financiera o fuentes alternas de dinero especulativo, con vocación de migrar hacia el capital productivo.
4- En esa economía financiera o fuentes alternas de capital productivo, compuesta, entre otros, por los derivados financieros, los fondos de pensiones,los fondos soberanos,los fondos de inversión colectiva, los fondos de cobertura o hedge funds,los fondos de capital de riesgo,los fondos titulizados…,los gobiernos del mundo van a encontrar el dinero para salvar financieramente a la producción, los salarios y los consumos, es decir, a la economía. En esa operación de salvamento todos ganarán menos, pero, todos ganarán: los gobiernos, los especuladores y los productores.
5- Los gobiernos van a recibir menos dinero por impuestos per cápita, pero, van a tener un número mayor de contribuyentes, entonces ganan; los inversionistas y especuladores, van a obtener ganancias menores y más lentas, pero más reales y seguras, entonces ganan; los productores, van a ganar menos, pero van a salvar sus empresas y los salarios, entonces ganan. El virus está retrotrayendo el dinero especulativo, a los años anteriores a 1980, cuando los inversionistas pensaban en dividendos moderados a largo plazo y jamás en ganancias grandes y ficticias a corto plazo. Pensando de esa manera crearon a Coltejer, Fabricato, Avianca, Bavaria, Luker…,
6- Los comunistas odian el capital, pero, mucho más a los dueños del capital; sin embargo, disfrutan mucho lo que se adquiere con él: casas lujosas, automóviles, fincas de recreo, yates, joyas, mujeres... Ahora les tocó masticar y tragarse sus propias palabras, y atraer por su bien, altas dosis de capital; pues, si lo desdeñan, pierden lo que tienen y pierden también la vida. Nadie creyó jamás, y menos los comunistas que un día su destino dependería totalmente del capital: durante la pandemia y después de la pandemia, ya que, la reconstrucción del mundo, solo será posible por medio de la fusión, CAPITAL-EMPRESARIO-TRABAJADOR.
7-Hoy podemos asegurar de que ningún ser humano por muy cachazudo, lento y parsimonioso que sea, se atreve a negar que el capitalismo es la segunda droga que existe contra el coronavirus; y que además, es el único medio capaz de reconstruir la parte del mundo destruida por el virus; tampoco nadie es capaz de negar que los gobernantes del inmediato y largo futuro, tendrán que salir de las filas del capitalismo. Esto es apenas obvio; pues, los comunistas, salvo su veneno, resentimiento, envidia y mala leche, nada tienen para aportarle a la humanidad, durante esa dura travesía con el coronavirus, atrás y adelante.
8-Los comunistas colombianos están sumamente preocupados, puesto que, el coronavirus acabó con su costumbre de soñar con el poder en Colombia; volver realidad ese sueño dorado de 90 años, hoy es un imposible; y es todavía más quimérico si los estragos del virus son mayores, ya que, los comunistas también son destructores y, una fusión de hambre, necesidad e incapacidad, literalmente mata. Los pueblos después del virus, sólo demandarán gobernantes capitalistas; arquitectos capaces de diseñar un mundo nuevo; ingenieros idóneos y competentes para construir un mundo distinto.
9- Están tan nerviosos los comunistas colombianos que esta semana, en el programa comunista de las 8 de la noche, el líder más destacado de esa fuerza política, expreso sin ruborizarse que el Estado colombiano era un Estado mafioso y, que por lo tanto, el pueblo tendría que escoger entre ese modelo capitalista y mafioso, y un sistema democrático, igual al que sólo ofrecía la izquierda radical. Es decir, advierten perdido su futuro político y ahora pretenden que, el pueblo colombiano vea en la Presidencia a un gobierno mafioso que hay que cambiar por un régimen limpio, como el de Venezuela, Nicaragua o Cuba.
10- El comunismo colombiano, conmocionado y perplejo ante la presencia del virus, no sabe cómo debe reaccionar: habituado a exagerar los hechos, se da cuenta de que es incapaz de agigantarlos porque éstos llegaron al límite; acostumbrado a minimizar la realidad, se abstiene de hacer el oso donde pretenda empequeñecer un fenómeno tan grande como la pandemia que alcanzó la tierra; a medida que critica las decisiones del Gobierno, del mundo llegan aplausos porque el Presidente ha manejado de manera cuidadosa y profesional la crisis...; si avanza, a los 10 metros encuentra una realidad que supera su fuerza destructora; y si retrocede el capitalismo ocupa su lugar ganado en 90 años de lucha cruenta. Conclusión: por encima de Dios nadie ha vivido jamás y su justicia es implacable.
Bien dicho
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