01. Millones de ciudadanos que hoy se oponen a Gustavo Petro tardaron en comprender que la situación actual del país, incluyendo el deterioro del Congreso, el Gobierno, la Justicia y la fuerza pública, es resultado de las acciones del crimen organizado, presuntamente dirigido por él. El despertar del patriotismo ha sido lento.
02. Solo ahora, ante la inminente amenaza de grupos como las FARC, el ELN, el Clan del Golfo y narcoterroristas de Colombia y Venezuela, supuestamente convocados por Petro para respaldar la segunda presentación de la consulta popular al Congreso, se comprende la urgencia de invocar el artículo 217 de la Constitución Nacional. En su rol de constituyente primario y autoridad suprema, la ciudadanía debe exigir a la fuerza pública que cumpla con su deber patriótico de defender la nación.
03. Colombia, en lugar de tener un gobierno funcional, parece estar bajo el desgobierno y la destrucción del crimen organizado, presuntamente liderado por Gustavo Petro. Por lo tanto, toda acción emprendida bajo esta influencia se considera inconveniente, ilegítima y reversible. Bajo esta premisa, la única vía sería la destitución de Petro por su presunta ilegitimidad y vínculos criminales, iniciando de inmediato un proceso para anular y revertir todas las decisiones tomadas por el crimen organizado.
04. Las acciones de Petro no reflejan las de un presidente patriota, sino las de un exguerrillero del M-19. Sus declaraciones, como la que dice: "Señores de la oligarquía, no nos obliguen a lo imposible porque haremos lo imposible. No nos obliguen, no nos reten, no nos amenacen más. Ya salieron diciendo, todo el gabinete está denunciado por prevaricato. Prevaricato el que hizo Efraín Cepeda al hacer trampa con los votos de la consulta popular. No nos amenacen", son un claro ejemplo de esto.
05. Un error fatal fue cometido por 43 millones de compatriotas al permitir que Gustavo Petro tomara decisiones y presentara proyectos de ley al Senado y la Cámara, a pesar de ser considerado un presidente ilegítimo. Estos proyectos son percibidos como comunistas y, por ende, dañinos y destructivos para el país.
06. Fue un yerro funesto de 43 millones de compatriotas haber consentido que Petro dividiera el país entre "oligarcas" y "pueblerinos"; entre "oligarcas ladrones" y "pueblerinos despojados"; entre "oligarcas abusadores" y "pueblerinos abusados"; y entre "oligarcas asesinos" y "pueblerinos asesinados".
07. En el camino, han quedado patentes las omisiones y faltas cometidas por ignorancia o inadvertencia por parte de 43 millones de compatriotas, quienes trataron a Gustavo Petro como si fuera una figura íntegra y normal. Se asumió que sería posible dialogar con él sobre asuntos de Estado y gobernanza de manera habitual y sensata.
08. Las acciones de Petro no corresponden a las de un presidente patriota, sino a las de un exguerrillero del M-19. Sus palabras: "Apoyaré una huelga indefinida y si me sacan estalla la revolución", evidencian una postura confrontacional. Lo que podría desatarse, en realidad, es un ataque de las FARC, el ELN, el Clan del Golfo y el narcoterrorismo de Colombia y Venezuela contra los 43 millones de compatriotas que, de manera ingenua, toleraron el ascenso del crimen organizado, encarnado en Gustavo Petro, al poder.
09. El daño causado a Colombia por el comunismo, supuestamente personificado en Gustavo Petro, es evidente en el empleo y la paz. No hay pleno empleo ni paz duradera, ya que desde el 9 de abril de 1948 el comunismo ha obstaculizado el desarrollo económico del país. Ha provocado el desplazamiento de campesinos hacia las ciudades capitales, donde la industria ha sido incapaz de absorber esta fuerza laboral. Ha empobrecido y precarizado a millones de personas que hoy rechazan a Gustavo Petro, a pesar de que él miente a los colombianos, afirmando que estos desplazados son el pueblo que se moviliza para defender sus derechos.
10. Los hechos son innegables y contundentes: las fuerzas mayoritarias y patriotas colombianas han sido excesivamente permisivas y tolerantes con Gustavo Petro, exguerrillero del M-19. Por ello, es imperativo prestar suma atención a las advertencias de la psicóloga organizacional Mónica Saade.
11. ¡URGENTE! SE REVELA EL PLAN SECRETO DEL PETRISMO PARA INCENDIAR EL PAÍS. Gustavo Petro estaría orquestando un paro nacional violento e indefinido, disfrazado de "cabildos abiertos". La hoja de ruta ya está en circulación. Su objetivo es tomarse el Congreso, paralizar ciudades, sembrar el caos e impulsar una consulta popular mediante la intimidación.
12. El plan incendiario de Gustavo Petro comenzaría pronto, desarrollándose desde las 5 p.m. hasta la 1 a.m. durante 40 días consecutivos. Los sábados y domingos se realizarían marchas desde las 8 a.m. hasta el mediodía, y el vandalismo se iniciaría a las 5 p.m. Todo está fríamente calculado: se bloquearán las vías del Llano, Cauca, Cali e Ibagué, y se saquearán a transportadores para financiar el paro. Grupos infiltrados, mal llamados "cabildos", planean irrumpir en el Congreso con apoyo logístico indígena. Se posicionarán frente al Capitolio con el pretexto de "ser escuchados", pero el verdadero objetivo es tomarse el Congreso. Petro amenaza con una "huelga por horas hasta llegar a la indefinida" y ha declarado que, si es necesario, incendiará el país, sin ocultar ya sus intenciones. Utiliza el chantaje social para doblegar la democracia.
13. De todo lo anterior se infiere que ya no hay espacio para debates ni discusiones bizantinas. La única acción posible es elaborar un plan de defensa y contraataque. Por lo tanto, los únicos que deben actuar son los servicios de Inteligencia y la fuerza pública.
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