1-Si comparamos las situaciones políticas y jurídicas del presidente Trump en los Estados Unidos y del presidente Uribe en Colombia, vemos que son bastante parecidas; Trump ha tenido que lidiar varios procesos judiciales y Uribe uno; a los dos los está persiguiendo con saña la élite globalista; quiere acabar con los dos llevándolos a la cárcel, pues a ambos los ve como conspiradores patriotas y cristianos peligrosos; Trump está identificado como el líder patriota más importante de Occidente y Uribe está identificado como el líder patriota más importante de América Latina.
2- Si los abogados Granados y Lombana buscan el origen de esta antigua persecución a Uribe, van a encontrar que este se halla en el globalismo y que Cepeda es apenas un peón encargado de hacer el trabajo sucio en Colombia. Los abogados deben conversar con Xi Jinping, Vladimir Putin y Donald Trump, pues son los líderes patriotas que más conocen el globalismo y la manera cómo este destruye a los líderes patriotas y cristianos que lo enfrentan.
3-Los abogados Granados y Lombana, de la misma manera, deben entrevistarse con los periodistas paralelos o alternativos que más conocen, los métodos con los cuales el globalismo destruye las carreras políticas de los líderes patriotas y cristianos que lo enfrentan: César Vidal, Daniel Stulin, Lorenzo Ramírez, Nicolás Moras, Agustín Laje y Omar Bula Escobar... Cualquiera de ellos puede demostrar -porque lo han investigado- el origen del rol maquiavélico, torcido y criminal de Cepeda, Barceló, Montealegre y Del Río...
4-Uribe y sus abogados siempre han creído que están enfrentados a la izquierda radical colombiana derivada de la política, el gobierno y la justicia; sin embargo, y si investigan mejor, van a encontrar con asombro que confrontan a un enemigo mucho más temible, grande y poderoso: el globalismo; que propende a la despoblación del mundo, a una sola nación, a un solo gobierno, a un solo dueño, a una sola economía y a un salario universal igual para todos los que queden.
5-Uribe y sus abogados no han entendido que cuando Manuel Marulanda y Jacobo Arenas le pusieron el brazo político -marxista, leninista, estalinista y fidelista- a las guerrillas, el marxismo se regó como pólvora por Colombia: algunas universidades se llenaron de estudiantes y profesores marxistas; el congreso, el gobierno, la justicia y los sindicatos se llenaron de marxistas; y como el globalismo tiene una población bastante grande de marxistas, subterráneamente empezó a adoctrinar al nuevo marxismo colombiano para que se adueñase de la presidencia y convirtiese a Colombia en un protectorado que no necesita constructor sino destructor.
6-De igual manera Uribe y Granados y Lombana no han entendido todavía que el globalismo intenta destruir políticamente a Uribe y con Uribe al semillero de líderes -hechos por Uribe- que indudablemente, serán las presidentas y los presidentes y los ministros en los próximos 24 años. Los presupuestos del globalismo no es sacar a Uribe únicamente, sino sacar también de la política a Paloma Valencia, a María Fernanda Cabal, a Miguel Uribe, a Paola Holguín y a Christian Garcés...
7-Basta examinar las letales armas políticas y no los códigos que usan los peones y las juezas del globalismo en el proceso contra Uribe, para que entiendan que este no es un proceso jurídico, sino una imitación de la guillotina, símbolo de terror y opresión durante la Revolución Francesa:
8) 1) Cepeda es acusado y un magistrado globalista lo convirtió en acusador; 2) los testigos y las pruebas que aporta Uribe son desechadas por la jueza 44; 3) el debido proceso es un derecho y la jueza se lo niega a Uribe; 4) Montealegre le robó la presidencia a Zuluaga para dársela a Santos, esto es, cometió el crimen mas grande que se ha cometido en Colombia en 200 años y libre funge como víctima, verdugo de Uribe y acusador de los opositores de Petro con contratos por 840 millones de pesos.
9-Aunque la Agenda 2030 fracasó, los globalistas dueños del capital están vivos y gozan de buena salud. Por lo tanto, continuarán desgobernando a Colombia con Petro y su séquito de inútiles. Entonces es dable esperar una arremetida todavía mas feroz contra Uribe y su grupo de líderes, pues los globalistas no pueden perder a Colombia después de haberla buscado durante 75 años. Es necesario entonces que Uribe y sus abogados trabajen con Trump, en vez de recurrir a la justicia internacional que tampoco sirve y es proclive al globalismo.
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