"Petro es paramilitar de la izquierda colombiana usurpando la Presidencia".

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Buenas tardes. Les entrego la columna del domingo: "Petro es paramilitar de la izquierda colombiana usurpando la Presidencia". Cuando el constituyente primario -el pueblo- comience a tratar a Gustavo Petro como paramilitar de la izquierda colombiana usurpando la Presidencia todo empezará a cambiar. 1.Uno de los procesos que avanzan para retirar a Gustavo Petro del poder lo trata como paramilitar de la izquierda colombiana y no como revolucionario colombiano. Revolucionarios fueron Simón Bolívar, quien luchó por la independencia de América del Sur; George Washington, Líder de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos; Mijaíl Bakunin, Anarquista ruso que participó en las revoluciones de 1848; Emiliano Zapata, Líder de la Revolución Mexicana; Martin Luther King Jr, Líder del movimiento de derechos civiles en los Estados Unidos; Nelson Mandela, Líder del movimiento contra el apartheid en Sudáfrica. 2-Entonces, Gustavo Petro, le ha mentido a Colombia y al mundo: no es un revolucionario como él mismo se auto califica, sino un paramilitar de la izquierda colombiana que pretende terminar de instalar por las malas el comunismo de 1917 fracasado en 1989 en Rusia y China, y cambiado por el capitalismo en 1990. De acuerdo con la justicia global Petro es un miembro de un grupo armado organizado -el M-19-, según la bandera que él mismo honra desde la presidencia, y que no forma parte de las fuerzas armadas de Colombia porque pertenece tácita e implícitamente al comunismo de 1917, o sea, al comunismo fracasado que impusieron Marx-Lenín-Stalin-Fidel-. 3-Gustavo Petro, en su condición de paramilitar de la izquierda colombiana, pertenece al socialismo, anarquismo y comunismo vigentes entre 1917 y 1989, abolido -el comunismo- y reemplazado con el sistema capitalista en 1990, resucitado únicamente en América Latina por Fidel Castro en 1991, y vuelto a tomar enclenque y tambaleando por Gustavo Petro en 2022. Como Petro se quedó anclado en el comunismo viejo -1917 y 1989- cree que él nació predestinado para destruir todo lo construido por el sistema capitalista con el Petróleo, el gas y el carbón, y volver a construir todo de acuerdo con las directrices del sistema comunista -1917 y 1989-. 4- Para el presidente ilegítimo de Colombia señor Gustavo Petro, el progreso social, político y económico del mundo se logró entre 1917 y 1989; y la única manera de regresar a la paz y al desarrollo económico de ese período, es revirtiendo el estropicio horroroso cometido por el capitalismo y retomando el modelo de gobierno que impusieron Mao, Lenín, Stalin y Fidel. Respecto de Colombia y de acuerdo con el señor Petro, debe tomar con seriedad el discurso comunista que aboga por la igualdad económica, la abolición de la propiedad privada, la posesión colectiva de los medios de producción, el temor a la crisis climática inexistente y la descarbonización de la economía mundial. 5-Gustavo Petro, en su condición de paramilitar de la izquierda colombiana, no se comporta como presidente ilegítimo, sino como guerrillero a modo de Manuel Marulanda. Y por eso precisamente  utiliza una variedad de tácticas subterráneas para lograr sus objetivos, incluyendo las chuzadas a los magistrados de la Corte Constitucional, el cambio de los fusiles de la Fuerza Pública por los fusiles del crimen organizado, el robo de los billones de pesos de los impuestos y ahorros de los colombianos, la paz total o más bien la impunidad total, la protección al narco terrorismo, el sabotaje a los banqueros, industriales, comerciantes, transportadores, agricultores..., Ecopetrol, Federación Nacional de Cafeteros, Sistema de Salud, Pensiones..., y Educación y Trabajo, entre otros. 6-El señor Petro, prevalido de la posición privilegiada de presidente ilegítimo, tiene hoy las herramientas para destruir todo lo que no pudo destruir como paramilitar raso de la izquierda colombiana: puede boicotear y dañar al Congreso; puede perjudicar y deteriorar a la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría; puede averiar y quebrantar a los juzgados, tribunales y cortes;  puede aplastar y volver cenizas a la Fuerza Pública, e incluso, reemplazarla con el crimen organizado; puede boicotear y volver trizas a los medios de comunicación, incluyendo por supuesto, a los y las periodistas más valientes, objetivas e idóneas 7-Los objetivos grandes que quiso consumar Gustavo Petro como paramilitar de la izquierda colombiana, y que no pudo porque los militares no lo dejaron, los puede alcanzar ahora como paramilitar raso usurpando la presidencia: la Presidencia de la República; el derrocamiento del Gobierno oligarca -aunque todos los bisabuelos venían de familias campesinas Petro se inventó a los presidentes, ministros, congresistas, magistrados, generales, obispos, gobernadores y alcaldes oligarcas-; el perdón a toda la delincuencia; la asunción del crimen organizado al poder; la redistribución de la riqueza; la reforma agraria; y el cambio radical del sistema político, social o económico. 8- Petro se define como revolucionario y, sin embargo, sus actos no trascienden el rol criminal del paramilitar raso de izquierda: en el inventario de sus actos no aparecen ni mínimamente los hechos históricos consumados por los verdaderos revolucionarios: Simón Bolívar, que luchó por la independencia de América del Sur; George Washington, Líder de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos; Mijaíl Bakunin, Anarquista ruso que participó en las revoluciones de 1848; Emiliano Zapata, Líder de la Revolución Mexicana; Martin Luther King Jr, Líder del movimiento de derechos civiles en los Estados Unidos; Nelson Mandela, Líder del movimiento contra el apartheid en Sudáfrica. 9-La justicia le perdonó a Petro los crímenes perdonables; no los de lesa humanidad cometidos en Colombia porque no prescriben según la justicia global. Esos, comprobados por el mismo Petro lo llevarán a la cárcel cuando uno de los 19 países que tienen la denuncia penal internacional imparta la orden de captura. Los congresistas, gobernantes, fiscales, magistrados, generales y periodistas... han sido tolerantes, permisivos y alcahuetes con Petro. Su coherencia política permite inferir que él siempre fue un paramilitar raso de la izquierda colombiana: como guerrillero, como político, como congresista, como alcalde y como presidente. Por eso y aunque la mitad de Colombia lo eligió presidente, la justicia global lo trata como paramilitar de la izquierda colombiana, acusado de cometer crímenes que no son ni indultables ni amnistiables porque son de lesa humanidad.