1- Un trabajador recibía en marzo un salario mínimo de $980.657; anuncia el Gobierno que ayudará a las empresas que tuvieron un bajón del 20% en sus ventas, con $350.000 por cada trabajador, en los próximos 3 meses. La diferencia, $630.657 la pagará el empresario. Por ejemplo: una empresa pequeña, con 10 trabajadores y una nomina mensual de $9.806.570, pagará con sus propios recursos, $6.306.570 y con la ayuda del Gobierno, $3.500.000.
2- Es imposible que ese empresario pueda comprometerse con el Gobierno a conservar a sus 10 trabajadores, pues, es sumamente difícil que sea sujeto de crédito o posea en la caja $18,919.710, para pagar la nomina durante los próximos 3 meses; con más motivo o más razón, si la empresa en vez de vender normalmente, lo que ha tenido es una reducción en sus ventas o incluso cero ventas. Siendo así, puede aparecer la situación más compleja, puesto que, si sus 10 trabajadores no van a recibir el salario completo, el empresario tenga que tomar la decisión de prescindir de sus servicios. Lo cual significa que la empresa se cierre definitivamente.
3- Entonces la situación del empresario pequeño o mediano jamás va a mejorar; lo mismo las condiciones de los trabajadores; el empresario perderá su empresa y los trabajadores perderán su empleo. El ministro Carrasquilla quiso hacerlo bien, pero lo hizo mal, ya que, expuso a los trabajadores a perder su empleo, y de sobremesa los obligó, a ellos y a sus familias, a comer el 64.31% menos; es decir, a desayunar con menos de medio huevo, y menos de medio pan, y menos de medio pocillo con café; y correlativamente colocó a los supermercados y al comercio al borde de la quiebra porque venderán un 64.31% menos.
4- De las medidas económicas, bien intencionadas pero incompletas del ministerio de Hacienda, inferimos que falta dentro del equipo económico del Gobierno la experiencia de un diestro empresario ducho en finanzas; un industrial hubiera propuesto pagar completos los salarios, formales e informales; prescindir del requisito del contador o revisor fiscal o auditor, pues, las empresas pequeñas no llevan siquiera contabilidad...; y asimismo ese experto en administración, hubiese aconsejado, jamás reducir la producción, nunca rebajar los ingresos y por ningún motivo mermar los consumos.
5- El ministro Carrasquilla dice que no le alcanza el dinero para pagar completos los salarios; eso equivale a decirle al paciente que tiene una infección generalizada -septicemia-, más o menos lo siguiente: señor, solo pudimos conseguir el 35.69% de los remedios, menos de la mitad; los otros están pedidos pero tardarán en llegar; le va a tocar morirse. Si a millones de trabajadores les quitan el 64.31% de los salarios o ingresos, más de la mitad, y los empresarios son incapaces de pagar el restante 64.31%, los obligan a comprar un 64.31% menos de mercado; y, lo peor, correlativamente rebajan los consumos un 64.31%, lo que significa un bajón en las ventas de supermercados y comercio en general, de un 64.31%. Quiebra total.
6- Coronavirus es un sujeto invisible de una sola pieza de piedra; es decir, es monolítico; no hay dicotomía; por eso, en vez de salvar la salud o la economía separadamente, le recomendamos al ministro Carrasquilla salvar al mismo tiempo la salud y la economía; 50 y 50. Los científicos y los médicos, con mucho éxito, se han aplicado a la tarea de la salud; falta que los financistas se apliquen a la tarea de salvar al sector productivo; y para esa gestión de salvamento económico, solo procede endeudarse en billones de pesos; en 100 o 200 o 300 billones; los que sean necesarios para salvar a millones de colombianos de un naufragio inminente.
7- Las nuevas medidas económicas dejan por fuera a los trabajadores informales; esos ni siquiera van a recibir el 35.69% de un salario mínimo y son 14 millones; esta es una situación sumamente grave; sobre estos colombianos que suman millones, se ciernen dos amenazas terribles: como su trabajo lo ejecutan en la calle, calle arriba y calle abajo, tienen la amenaza del contagio del virus; y como carecen de ingresos, tienen la amenaza del hambre y otras enfermedades oportunistas que pescan en un sistema inmunológico débil. Al ministro de hacienda le falta velocidad y también imaginación; lo contagiaron sus compañeros en el Banco de la República. Fatal…!
8- El ministro Carrasquilla dice que se le está acabando el dinero; tal vez el dinero en Colombia, porque en la economía financiera del mundo el dinero fluye en billones de dólares; y más ahora que el dinero especulativo le coquetea al capital productivo; obtener préstamos a 20 años, por 37.500 millones de dólares, o por 75.000 millones de dólares, con intereses moderados y condiciones de aumentar los préstamos o prepagar los préstamos, es un tema que no reviste mayor complejidad y misterio. Por eso le recomendamos al ministro Carrasquilla alistarse para tomar la decisión más importante y grande de su vida.
9- De nuevo le recomendamos al ministro Carrasquilla prevalerse de una Fiducia Mercantil en Garantía, con tierra de la Nación, como bien fideicomitido, por valor de 300 o 400 billones de pesos, para que esa fiducia garantice y obtenga créditos, o emita bonos a 20 años, con intereses moderados y prepagos permitidos. Ese dinero va al sector productivo a 20 años, por medio de los bancos que los reciben de la fiducia. Ventajas de la fiducia: Evita los subsidios a los empresarios; el dinero captado lo pagan el sector productivo y no el Gobierno; número indeterminado de acreedores; cambio y sustitución de acreedores; parcelación de la garantía; aumento de la garantía en el camino y posibilidad de tomar más prestamos...
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