Ir al contenido principal

Problema del mundo que está destapando el Coronavirus: desplazamiento del capital productivo hacia el dinero especulativo






Uno de los problemas que tiene el mundo y que empiezan a verse ahora con la aparición del Coronavirus, es el haber desplazado capital productivo hacia el dinero especulativo. El libro, Sebastián Alcalá, escrito por Gerardo Jurado Ciro y publicado en 2014 por BookBaby, Amazon y otras tiendas digitales, trata ese tema. Precisamente por ser un tema de palpitante actualidad, publicamos el capítulo 37 del mencionado libro. Publicaremos otros capítulos. 

Capítulo 37


          Se encontraron en el café de la plaza principal, doña Alfonsina, doña Rosalía y doña Pepa; las respectivas abuelas del Cacique Miranda, el Descuartizador de la Sierra y el Alcalde Monroy. Miraban cómo por el cielo de Valleazul se entrecruzaban las luces multicolores de los fuegos pirotécnicos y cómo todos palmeaban los centelleos y aplaudían los explosivos y celebraban los artificios; de modo simultáneo oían los tañidos de las campanas de la Iglesia, señalando que las celebraciones anuales llegaban a su fin.

Se conocían desde la escuela y habían estudiado hasta el quinto año de primaria. Tenían el cabello blanco, recogido en un moño redondo, apretado con una cinta de color oscuro; eran de estatura normal, ni monas ni morenas, más bien como del color del trigo; ni robustas ni delgadas, de ojos negros y de facciones finas y hermosas; como único maquillaje e imitando un poco la piel de las gelatinas, llevaban untado todo el polvo; lucían falda larga, grisácea, camisa clara, pañolón oscuro, sombrero negro, alpargatas de cabuya y carriel de arriero.

Jóvenes oían “Frutos de mi Tierra”, con Jaime Trespalacios y Carmencita Riera, las “Aventuras de Montecristo”, la “Hora de los Tolimenses”, y los programas de Radio Teatro, con Oriol Rangel y Jaime Llano González. Eran también afectas a Humberto Martínez Salcedo, los Chaparrines y Heber Castro. En televisión veían las entrevistas de Pacheco, Sábados Felices y las series históricas de Gloria Valencia. Preferían los periódicos y libros a las revistas semanales. No simpatizaban con los columnistas sesgados y tóxicos, más bien añoraban a Calibán, a Klim y a Hernando Giraldo. En música solían escuchar la clásica, Beethoven y Mozart eran sus favoritos; en tangos, a Carlos Gardel, Juan Carlos Godoy y Hugo del Carril; en boleros, a los Panchos, Hugo Romani, Leo Marini y María Elena Sandoval; en pasillos a Garzón y Collazos, dueto de Antaño, Espinosa y Bedoya, Obdulio y Julián, Margarita Cueto y Juan Arvizu, Blanca Ascencio y Carlos Mejía. “Solo y Triste”, era su himno. En la bailable eran afectas a Guillermo Buitrago, Lucho Bermúdez y Enrique Rodríguez. “Recordar es la única manera de detener el tiempo”, solía repetir doña Alfonsina, a propósito de las citas que el Padre Alberto hacía de, Jaroslav Seifert. 

--- ¿Cómo siguió tu mama…? ---Le Preguntó doña Pepa a doña Alfonsina.

---¡Mejor…! ---Respondió---. Le celebramos su cumpleaños número 103 y estuvo muy animada; se fumó un humoso tabaco, comió bizcocho y tomó “tigre” ---ron revuelto con coca cola---. Pero no quiso oír la Santa Misa ni recibir la Sagrada Comunión.

--- ¿Y eso…? ---Preguntó inquieta, doña Rosalía

---Porque el Padre Alberto está en vacaciones y si la misa no es celebrada por él, en la sala de la casa y no es él quien le da la comunión, se niega a abrir el misal y a comulgar; pues, de la única manera que asimila “bien los Evangelios, es viéndole los ojos azules a esa belleza de hombre, que, es el Padre Alberto”.

--- ¡Por todos los Santos…! ¿Qué vamos a hacer con semejante ejemplo…? ---Manifestó sorprendida doña Pepa.

--- ¡Imitarlo querida…! “Una persona alegre es un trocito de cielo en la tierra”.

---Hablé por teléfono con Sebastián Alcalá y me contó que a la capital, sólo ha llegado un camión, de los seis que hemos despachado cargados con frutos de las huertas ---les informó doña Rosalía.

---Los otros cinco, fueron atajados en la carretera, por esos bribones del otro satélite  ---comentó doña Pepa. 

---Pero, muchachas ---dijo doña Rosalía---, no podemos desfallecer; cualquier cosita que les llegue es ayuda; pobrecitos; ¡como la están pasando de mal…!”

“Llevadera es la labor ---pensó doña Alfonsina, evocando a Homero--- cuando muchos comparten la fatiga”.

---Quedé sumamente satisfecha ---expresó Doña Pepa--- con las explicaciones que nos dio el Padre Alberto sobre la crisis económico- financiera mundial: 


“Casi que el meollo de la crisis se halla en el seno de los derivados financieros, que, totalizan 707 billones de dólares, 10 veces el PIB mundial. Se desconoce el valor intrínseco de los bonos, acciones e hipotecas que, en su condición de activos subyacentes se encuentran detrás de éstos; si éste fuese de 176.750 billones de dólares, estaríamos frente a una valoración ficticia de 530.250 billones de dólares; si el valor intrínseco de los derivados financieros fuese 353.500 billones de dólares, estaríamos frente a una valoración ficticia de 353.500 billones de dólares. Esa valoración ficticia, cualquiera que sea, tiene el poder suficiente para destruir la producción, la fuerza de trabajo y los salarios, por medio de la especulación. Puesto que, es más fácil doblar el capital en 30 días utilizando la bolsa de valores, que, doblar el capital en 1.800 días utilizando la actividad fabril o agraria”.

 “A las bolsas de valores concurren dos valores; al principio el valor intrínseco del derivado financiero que es 100; pero después, cuando intervienen las fuerzas de la oferta y la demanda concurre el valor de mercado que es 20.000. El valor intrínseco no tiene importancia noticiosa porque cambia poco, pues, se origina en el patrimonio de la sociedad; el valor de mercado si tiene importancia noticiosa porque se origina en el mercado, esto es, en las bolsas de valores; pero, la noticia importante ---para los especuladores y no para los gobiernos que contemporizan con esta situación--- se deriva del valor ficticio recogido por el derivado financiero en el mercado, esto es, los 19.900; porque es el valor que ficticiamente enriquece al especulador o verdaderamente lo empobrece; y porque es asimismo el valor, que, pese a ser ficticio, tiene el poder de cerrar la actividad fabril o agraria, triturar la fuerza de trabajo, destruir los salarios y quemar la plusvalía”. 

---Con su ayuda ---propuso doña Alfonsina--- vamos a ahondar sobre el tema de la valoración ficticia de un derivado financiero, puesto que es, literalmente, el veneno que mata la producción; no la producción de las huertas que es pequeña, sino la producción grande; esto es, la producción de nuestros amigos y vecinos:    

“AA vende una hipoteca ---derivado financiero--- por 100 millones; BB compra esa hipoteca por 100 millones y la vende por 110; y se gana 10 millones.  CC compra esa hipoteca por 110 millones y la vende por 121; y se gana 11 millones. DD compra esa hipoteca por 121 millones y la vende por 133; y se gana 12 millones. EE compra esa hipoteca por 133 millones y la vende por  146; y se gana 13 
millones. FF compra esa hipoteca por 146 millones y la vende por 161; y se gana 15 millones. GG toma un crédito bancario por 161 millones, apalancado, esto es, respaldado con la misma hipoteca. Pero no la puede vender porque súbitamente cambiaron las condiciones del mercado. El banco le cobra a GG y éste le hace una dación de pago. Le cancela con el inmueble. El banco vende el inmueble, pero se lo pagan por su valor intrínseco, esto es, por 100 millones. Pierde 61 millones. Justamente el dinero que se ganaron ficticiamente BB, CC, DD, EE y FF. Conclusión: el mercado financiero especulativo es igual a un casino: lo que ganan unos lo pierden otros; lo que ganaron ficticiamente los inversores, 61 millones, lo perdió realmente el banco, 61 millones”. 

---Quiero entender ---manifestó doña Pepa---, por qué pierden unos y otros. Quiero ver el caso con una acción de una sociedad anónima: 

“El especulador equivocadamente cree, que, los valores intrínsecos de los derivados financieros cambian, “si cambian los valores de mercado. Pero no es así. Los valores intrínsecos permanecen relativamente iguales, porque se originan en el patrimonio de la sociedad; y éste solo cambia con los resultados de pérdidas y ganancias; si hay utilidades, sube el patrimonio de la sociedad y automáticamente sube el valor intrínseco de las acciones; si hay pérdidas, baja el patrimonio de la sociedad y automáticamente baja el valor intrínseco de las acciones. En contraste, en el mundo de las bolsas de valores, los valores de mercado suben o bajan según las fuerzas de la oferta y la demanda. En el mundo de los casinos alguien ocupa los lugares de GG y el Banco. Lo que gana con mañas el “dolus malus”, lo pierde por tonto el “dolus bonus”. Pero el asunto no se queda ahí: la sociedad como un todo pierde, porque no hubo absorción de fuerza de trabajo, pago de salarios y generación de plusvalía, que, son la base fundamental de cualquier sistema económico. Pues, la plusvalía se distribuye entre impuestos para el Estado, capitalización para las empresas y dividendos para los socios y trabajadores. Cuando se produzca la destorcida de los mercados ---y ojalá no “ocurra---, ¿quién va a perder la diferencia entre el valor de mercado y el valor intrínseco de las acciones…? ¿Los primeros tontos…? ¿Los segundos tontos…? ¿Los últimos tontos…? ¿Los bancos…? ¿Los gobiernos…? ¿El sector real de la economía…? ¿La clase trabajadora…? ¿Todos…? No lo sabemos con certeza. Sólo sabemos con seguridad tres cosas: una) cuando alguien pinche la burbuja financiera, la valoración ficticia de los derivados financieros quedará convertida en humo caliente; esto es, en pérdidas; dos) lo que ha ganado el cosmopolitismo financiero especulativo a costa de la destrucción del capital productivo, se convertirá en humo caliente, esto es, en pérdidas; tres) después del tsunami económico- financiero no habrá ganador ni perdedor, pues, habrá dos perdedores. Fue un error haber revertido 263 años de progreso industrial, por haberse dejado seducir por los casinos; pero fue mayor error haber repetido los yerros de 1929, cambiando el capital productivo por dinero especulativo. Cuando hubo más población demandando bienes y servicios; cuando hubo más necesidades fundamentales insatisfechas; cuando hubo más “fuerza de trabajo disponible, nos faltaron las cabezas claras ---según Ortega y Gasset--- de Temístocles y César; los tres Poderes, en manos de meros políticos ---los que menos cabezas claras tienen--- se asustaron y dejaron que actuaran libremente las fuerzas de la oferta y la demanda; olvidando que detrás de éstas, estaba agazapado el “dolus malus”; que, debe ser enfrentado únicamente por cabezas claras”.   

---Bendito sea Dios ---manifestó doña Alfonsina---. Nos salvamos nosotras por tener las cabezas claras; por ser chiquitas y humildes. Lo que producimos lo consumimos con la familia y los excedentes los vendemos por medio de las tiendas de barrio y las plazas de mercado. No estamos supeditadas a las fuerzas de la oferta y la demanda, que, tienen detrás la manipulación de los especuladores; ellos oprimen una tecla y suben los precios y oprimen otra y los bajan; no tenemos que salir a las vías públicas a que nos escuchen en el alto Gobierno a punta de mítines y cacerolazos; somos autónomas y sabemos ejercer el libre albedrío; evaluamos las circunstancias y tomamos las decisiones que correspondan; no nos sentimos representadas por los señoritos de los gremios, que, jamás han sabido coger un azadón ni defender los intereses de los campesinos; somos respetuosas de los tres Poderes; pero no compartimos sus métodos de hacer las leyes, pues, siempre las demandas del pueblo son superiores al espíritu de éstas; esto es, las leyes nunca son suficientes; jamás satisfacen plenamente las expectativas de la gente; y un poder con tantos Congresistas, es mucho poder para no satisfacer las demandas mínimas del pueblo; tampoco compartimos su método venenoso, parsimonioso y selectivo de aplicar la ley; pues, todos los torpedos judiciales van dirigidos contra los amigos del Presidente; como cobrándole el delito de poseer la cabeza más clara que el país ha producido en 200 años; igualmente no contemporizamos con el sistema de prometer y no cumplir; el ingeniero civil tiene que presupuestar y ejecutar o el edificio no crece; el mejor Presidente es el que combina pensamiento y acción; es mejor equivocarse haciendo, que no equivocarse nunca, por no haber hecho nunca nada; ningún presidente ha pasado a la historia por prometer y no cumplir; el prometedor e incumplido es abandonado por el rebaño, aunque siempre esté regalando mermelada de fresa. 

---Ahora ---dijo doña Pepa--- vamos a tratar de entender el bajo crecimiento del PIB, en el país líder:  

“Los bienes y servicios ---PIB--- representan el 23 por ciento del aumento del mercado de valores. Aquí residen la absorción de fuerza de trabajo, los salarios y la plusvalía; esto es, el crecimiento real de la economía; la capitalización del mercado especulativo de valores representa el 77 por ciento; aquí residen la financiarización de los mercados, la especulación financiera y la destrucción de la fuerza de trabajo, los salarios y la plusvalía; asimismo las causas del excesivo endeudamiento privado y público, y, sobre todo, el espantoso empobrecimiento de millones. Estos desastres socioeconómicos, se originaron, probablemente, en dos decisiones Presidenciales tomadas en tiempos diferentes, 1913 y 1971; que permitieron a nueve doctores emitir dólares ---fiduciarios--- sin la paridad del oro y sin control gubernamental. A partir de ahí, se creyó equivocadamente que el dinero en grandes cantidades lo arreglaba todo; y se dejó de lado la producción y ahí fue la debacle. Cuando el sistema capitalista decidió enriquecerse rápido especulando, en vez de enriquecerse despacio produciendo, cometió el más garrafal de sus errores; porque se apartó del principio rector, “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”; que traído a valor presente equivale a decir, ganarás el pan con la fuerza de tu trabajo. Hoy, pues, tenemos mucha gasolina, pero no automóvil; el mundo está lleno de gasolina, pero al automóvil se le fundió el motor”. 

---Según el Padre Alberto, que, ha consultado a Marco Antonio Moreno ---dijo doña Rosalía---, en los últimos años, los gobiernos han tenido ocho opciones para paliar una situación de elevado endeudamiento:

“A lo largo de la historia en cada situación de elevado endeudamiento ---que es el caso actual---, los gobiernos han tenido ocho opciones para evitar el desastre: 1) elevar los impuestos; 2) disminuir el gasto; 3) aumentar el crecimiento; 4) tener una tasa de interés más favorable; 5) producir inflación; 6) provocar una guerra; 7) buscar ayuda externa; 8) operar por decreto. Estas ocho opciones se han empleado en los últimos años, pero sólo una de ellas es viable hoy: el crecimiento del sector real”.

---Desde hace mucho tiempo experimento una profunda antipatía por el Cacique Miranda ---expresó dona Pepa---, pero debo reconocer, que, respecto de nosotras y las huertas, ha sido respetuoso y considerado; voy a citar algunas de las cosas que ha dicho:

“El 03 de febrero de 1866 nació como corregimiento Pensilvania y el 18 de diciembre de 1872 nació como municipio; en esa condición desarrolló una economía fundamentada en el cultivo del café, caña, yuca, plátano, maíz, frijol y hortalizas; igualmente tala de árboles y ganadería; de la misma manera explotación de bovinos, porcinos, equinos y aves de corral. 87 años después, el 03 de febrero de 1959, nació en este municipio o huerta grande, una de las cabezas más claras que ha producido Caldas y el país en toda su historia”.  

“Las huertas están por fuera de la guerra; inclusive por fuera de la oferta y la demanda. Cuando los capitales del mundo se adueñen de las haciendas, sólo nos quedarán las huertas; por ellas no moriremos de hambre; pues, un extraño designio hace que produzcan justo lo que la familia consume. En el pasado paro agrario y frente a la escasez de comida, las huertas repartieron frutos entre los vecinos y nos salvaron literalmente de una hambruna generalizada”.  

“En las huertas, misteriosamente, confluyen las variables económicas básicas, perfectamente articuladas y sincronizadas: demanda nominal o latente y capacidad productiva instalada; capacidad productiva utilizada y absorción de fuerza de trabajo; absorción de fuerza de trabajo y salarios; salarios y plusvalía. Justo las variables económicas que hacen viable cualquier sistema político o económico; capitalista o comunista. Pues, todos los hombres tenemos las mismas necesidades básicas; pues, todos los hombres poseemos fuerza de trabajo; pues, todos los hombres queremos obtener dinero; pues, todos los hombres nos “sentimos bien cuando somos útiles”.

“El Estado que no consiga simetría entre demanda nominal o latente y capacidad productiva instalada, se verá expuesto a 1.000.000 de cacerolazos; la capacidad productiva instalada se pierde por el cierre de fábricas, frente a la equivocada política del Banco; la capacidad productiva instalada en el campo también se pierde porque los campesinos desplazados abandonan sus fincas. El Estado que no consiga simetría entre absorción de fuerza de trabajo y salarios, se verá expuesto a 2.000.000 de cacerolazos; no se corresponden la absorción de fuerza de trabajo y los salarios, pues, éstos resultan inferiores a la fuerza de trabajo aportada a la producción; los salarios suben con la inflación, esto es, no tienen crecimiento real; por eso siempre compran menos cantidad de pan y menos cantidad de leche y menos cantidad de carne; los nuevos hijos entonces tienen que comer menos carne y tomar menos leche y comer menos pan. El Estado que no consiga simetría entre las necesidades básicas de la población y la utilización de la capacidad productiva instalada, se verá expuesto a 3.000.000 de cacerolazos; son mayores las necesidades que los medios productivos usados para satisfacerlas; sumando la capacidad productiva utilizada, fabril y agropecuaria, resulta inferior a las necesidades básicas de los pueblos. El Estado que no consiga simetría entre salarios y plusvalía, se verá expuesto a 4.000.000 de cacerolazos; pese a que los salarios productivos son el medio idóneo de generar plusvalía, no crecen como crecen las utilidades de las sociedades; éstas respecto del año anterior crecen varios puntos por encima de la inflación, sin embargo, los salarios no”.

“Es admirable lo que sucede en el seno de las huertas; y eso que ni siquiera poseen ficha catastral; pues, su destino es ejercer a modo de apéndices de las casas de las Abuelas; sin mayores pretensiones producen durante las 24 horas del día, todos los días del año, justo lo que la familia consume; y como no están supeditadas a los efectos de las importaciones sin control, no sufren porque el dólar valga 1.900 y no 3.000; y como no son subordinadas de las fuerzas de la oferta y la demanda, tampoco están sometidas a la ineficiencia de los gremios y la indiferencia de los Gobiernos”. 

“Ejercen su libre albedrío con una madurez pasmosa; evalúan las circunstancias y toman las decisiones que correspondan como si tuviesen la sensatez de Salomón. Del Rey por supuesto. Desde luego también hacen sonar sus cacerolas porque son solidarias con las protestas legítimas de los cafeteros, paperos, lecheros y cultivadores de cebolla... cacao, arroz y caña; pero no se unen a los paros porque son gobernadas desde el Cielo y éste siempre las escucha, pues, nunca les falta con el sol, la luna y las lluvias, y jamás les incumple, ni las abandona, ni las ignora, ni las apalea”.

“El Paraíso fue la primera huerta que tuvo la humanidad y Adán su primer labriego; asimismo fue el primer desobediente y también el primer desplazado; pero el Señor le permitió llevar en su morral, el azadón y el modelo económico que había diseñado para él. Así labró la segunda huerta y en ella sembró y cosechó, pese a la oposición cerril de Caín”. 

“Si el sistema capitalista hubiese sido menos soberbio y avaricioso, y más afecto al modelo económico tradicional, esto es, al modelo económico productivo, no estaría hoy bordeando el abismo. Las huertas no envenenan el ambiente; no abusan de los consumidores; no se quedan descaradamente con la plata de los exportadores; no necesitan representantes gremiales que nunca consiguen nada con el Gobierno; no tienen que hacerse oír a punta de mítines y cacerolazos; no se sublevan porque no tienen, ni motivos ni vocación de insurrectas; saben que los tres Poderes son inferiores en capacidad de gestión a los sectores productivos; saben que los tres Poderes no podrán satisfacer las necesidades básicas de los pueblos; saben que los tres Poderes tienen velocidad de gestión igual a un “caracol; y saben que los pueblos crecen y sus necesidades se incrementan con velocidad del relámpago. Las huertas acogen por igual al invierno y al verano; antes que regirse por las leyes incompletas de los hombres, se rigen por las leyes completas de la naturaleza; su capital es generador de riqueza, porque es valorado en la producción y no en la especulación; el valor intrínseco de sus activos no circula por las bolsas de valores, por lo tanto no muta 200 veces hasta quedar convertido en valor de mercado o valor ficticio; ficticio porque no proviene del proceso productivo que el Señor diseñó para Adán: necesidades básicas del hombre compatibles con la capacidad productiva instalada; utilización de la capacidad productiva instalada compatible con su fuerza de trabajo; fuerza de trabajo compatible con los salarios; y salarios compatibles con la plusvalía. El Señor creó un sistema económico capaz de crecer parejo con los descendientes de Adán; hasta l780 ese modelo se desarrolló básicamente en la tierra; pero a partir de aquel año empezó a desarrollarse también en las fábricas; y con ese cambio mejoraron las condiciones de vida de los pueblos; pero a partir de l970, el hombre se apartó de ese modelo económico y comenzó a convertir el capital productivo en dinero especulativo, y ahí fue la debacle, porque todo se enredó. Pues, la producción decreció y la población aumentó. Para colmo el hombre aprendió a especular y también aprendió a crear oferta y demanda ficticias, oprimiendo simplemente una tecla; no obstante y como los males no duran eternamente, aparecieron las redes sociales utilizadas por unos niños provistos de 51 años de conocimientos y experiencia; esas criaturas vinieron con el encargo fundamental de revertir este proceso, consiguiendo que prevalezcan la absorción de fuerza de trabajo, los salarios y la plusvalía, y termine la hegemonía de la especulación en la producción”.   

---Me duele mucho ---expresó doña Pepa---, sobre todo, ahora que no abundan los buenos líderes, aquello que le ocurrió a Fernando Fernández. Porque es de los pocos hombres públicos que defiende las huertas y todo porque él proviene del centro del país. Donde las huertas no se ahogan porque son sembradas sobre cuestas y entonces las lluvias no se acumulan sino que se resbalan por las laderas. El café como los productos de las huertas, es sembrado sobre terrenos en pendiente, pero infinitamente más extensos y costosos. Alrededor de las huertas jamás se hincha una burbuja financiera, pues, en el seno de su economía no se contraen deudas que excedan el 20 por ciento de su activo total; ni se realizan costos y gastos que superen el 80 por ciento de sus ingresos. Tampoco se permiten los juegos de azar y muchísimo menos los desplazamientos de capitales productivos hacia los dineros especulativos. El porcentaje capitalizable de las ganancias es invertido únicamente en bienes productivos. De otra parte sus excedentes de maíz, yuca y plátano, no son absorbidos por sociedades transnacionales para manipular las existencias, especular con los precios y enriquecerse a expensas de los campesinos, pues, son vendidos al menudeo en las tiendas de barrio y plazas de mercado. A las huertas entonces no entra el desempleo ni el hambre ni la violencia. Por eso no tenemos necesidad de salir a las vías públicas a protestar a punta de mítines y cacerolazos. Porque además, en las huertas es donde mejor se cumple el precepto de Aristóteles. “La riqueza consiste más en el disfrute que en la posesión”. 

---Nadie se fija en nuestras huertas. ¡Gracias a Dios…! Quizás por no tener ficha catastral, ni certificado de tradición, ni valor en el mercado.

--- Y por ser cuerpos pequeños y humildes; réplicas diminutas del paraíso; no vendibles, no hipotecables y no arrendables.

---Desde luego no podemos descuidarnos. Alguien de mal corazón, puede inventarse una prueba sumaria ---documento privado suscrito por dos testigos--- y despojarnos del derecho al USO, esto es, el derecho de uso sobre la huerta.  

---También podría aparecer uno de esos torcidos que han abandonado las filas de los satélites, y con una prueba sumaria quitarnos el GOCE, esto es, el derecho de goce que tenemos sobre la huerta. Creo que a los legisladores se les fue la mano. Con la prueba sumaria pueden los criminales cometer toda suerte de fechorías; y las personas decentes sufrir toda clase de atropellos. 

---¡Muchachas…! Con la prueba sumaria nos pueden quitar también la DISPOSICION, esto es, el derecho de disposición que tenemos sobre la casa y la huerta. El malvado que lo haga, y bajo la premisa de que la casa y la huerta están bajo su absoluto dominio, puede constituir a favor de otra persona un derecho real limitado, como el usufructo, la servidumbre, la prenda o la hipoteca. Puede, igualmente, disponer de su derecho real, enajenar la casa y la huerta, venderlas, donarlas y, en general, desligarse de su derecho de propiedad. Me preocupa que el Congreso nos haya empujado hacia otra guerra civil.

---Aunque nuestras alcancías a veces trastabillan y vacilan y tartamudean, jamás se quiebran; el único trompicón que temen proviene del clima, pero éste, puntual y noble como es, siempre les devuelve su capacidad de producción y entonces vuelven a parir cebolla, cilantro y repollos ---lo dijo Khalil Gibran: “Aunque la tormenta sea muy larga, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes”---. Nuestras alcancías entonces, no son pobres ni ricas, son más bien solventes; pues, nunca caen en la trampa del consumismo; ni en la tentación de tomar créditos bancarios superiores al 20 por ciento de su activo total; tampoco en el error de gastar por encima del 80 por ciento de los ingresos. Por lo demás, son estables, prudentes y tranquilas, supeditadas apenas a las mutaciones del mercado doméstico, éste más predecible que el mercado de las exportaciones, las cuales, sujetas al temperamento tramposo, voluble y mañoso del Ministro, el Banco y las Autoridades Cafeteras, tienen que aceptar cabizbajas, que, la burocracia maneje a su antojo su economía; recuerden que ésta, la burocracia, les quitó a los exportadores 45 billones de pesos, manteniendo bajo el precio del dólar. Por eso, aunque sin mucho éxito, los agricultores salieron a las vías públicas, con sus pitos y cacerolas. En suma: mientras las alcancías de las huertas grandes son manejadas por la burocracia, las alcancías de las huertas pequeñas son manejadas por las Abuelas; por eso jamás se han quebrado; ni soportado que los señoritos acaben con los bancos, las corporaciones financieras y los excedentes cafeteros de su propiedad. Entre tanto los pueblos se dejan atrapar por los agentes del consumo y los juegos de azar, las alcancías de las Abuelas continúan sintonizadas con la voz de la mesura, que, convoca a evitar los excesos. Nos lo enseñó Thomas Fuller: “Quien compra lo superfluo no tardará en vender lo necesario”.

---A propósito de los majaderos que se quedan en la calle por antojados, lo expresó muy bien Dumas: “En los negocios no existen los amigos. No hay más que clientes”. En oposición al concepto de Dumas, en la economía de las Abuelas no existen los clientes. No hay más que amigos. Por lo tanto siempre damos los mismos consejos: nunca comprometas en deudas más del 20 por ciento de tu activo total; no tus ingresos; capitaliza siempre el 20 por ciento de tus ganancias netas; contrae deudas sólo para invertir en bienes productivos y no para gastar; pero asegúrate de que el retorno de la inversión se produzca antes del vencimiento de la obligación; procura que las compras de abonos se hagan después de las cosechas; nunca pagues intereses de mora, con éstos pagas el ocio de otros y entregas los beneficios de tu trabajo”. 

“De la tierra venimos y a la tierra volvemos; por la tierra nos cobran; por el agua pagamos; por el aire vivimos; por el sol nos nutrimos; por la luna cantamos y por las estrellas soñamos”.

---Pepa ---expresó Doña Rosalía---. Se habla mucho de la actitud valerosa de las abuelas; tú que naciste con el don de la palabra,  ¿qué opinas…? 

---Con toda razón ---dijo doña Pepa---. Comencemos por misiá Tomasa, sigamos con misiá Rosalba y terminemos con misiá Tulia; han reunido a todo el pueblo en la plaza principal, y le han inoculado su determinación y su fe; y observen los resultados: el Cacique Miranda se retiró de la región y prometió que nunca confrontaría sus tropas con sus camándulas. Respecto del otro satélite, éste llega reptando hasta los montículos fronterizos, apunta sus cañones y fusiles y bombas contra el pueblito, pero un terremoto interior lo detiene; pues, percibe la limpidez del Cielo correspondiéndose con la limpidez de Valleazul. Después, cuando avista las huertas, pequeñas réplicas del paraíso... y los azadones hundiéndose en las entrañas de la tierra... y las ruanas guareciendo a sus dueñas de las lluvias... y las cabecitas blancas inclinadas sobre los surcos... y las manos inflamadas por la artritis segando y hacinando las mieses... y los residuos de chocolate alimentando las tórtolas... y los puchos de tabaco quemando las niguas.... y los pasillos del Dueto de Antaño amenizando el paisaje... y los cuerpecitos encorvados separando los frutos… se coloca las manos en la cabeza y retrocede contrito, pues, siente que su corazón rocoso se acelera; entonces se retrotrae 50 años y halla a un niño alegre, que, pese a sus pies descalzos juega en el camino con una pelota de trapo, y es cuando un par de granizos ruedan por su rostro envejecido antes de tiempo. Como aturdido porque el pecho le duele y un sudor frío lo quiere atrapar, suspende el ataque, da la vuelta y se retira cabizbajo; luego, tratando de hallar la línea que separa el cielo y la tierra, esto es, el horizonte que no ha podido encontrar, desanda silencioso los caminos azarosos que lo llevan de regreso a sus cuarteles.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Las ausencias e incumplimientos del presidente Petro incumben a médicos y congresistas

  Gerardo Jurado Ciro  gerardojurado2017@gmail.com   - Respetamos las inclinaciones etílicas, cocainómanas y sexuales del señor presidente Petro. No pretendemos adentrarnos un milímetro siquiera en el mundo enmarañado de su intimidad. Sin embargo, el hecho de pasar por alto ese vasto, laberíntico y herizado universo, en vez de eximirnos de abordar los efectos perniciosos y  dañinos  de esos ritos hedonistas del primer mandatario, nos obliga más bien, a retrotraernos a esa costumbre o ritual que siempre se repite constantemente y de la misma manera: alcohol, cocaína, excesos, desórdenes y falta de control.   2- Es probable que el presidente Petro esté incurriendo en sobredosis de alcohol y eso lo enferma y lo obliga a incumplir sus compromisos: según los médicos, “una sobredosis de alcohol ocurre cuando hay tanto alcohol en la sangre que las áreas del cerebro que controlan las funciones vitales como la respiración, la frecuencia cardíaca y el control de la temperatura, comienzan a inhi

Decisión del pueblo o primera autoridad de Colombia: "hoy 20 de junio de 2023 juramos defender el país, botando a Petro de la presidencia.

  Gerardo Jurado Ciro gerardojurado2017@gmail.com 1-Caifás, el sumo sacerdote que condenó a Jesús, es descrito como un ser malvado, ávido de poder y loco por agradar a Poncio Pilatos : antes de que Jesús se hallara frente a Poncio Pilatos, tuvo que presentarse ante Caifás, quien permitió que un hombre tan perverso como él, soltara sus flatulencias podridas en las narices de Jesús, que un segundo machacara sus testículos, y que un tercero forzara la emisión de heces fecales. Sin embargo, aquellas bestias, hace 2.000 años, no alcanzaron el nivel de maldad que logró Gustavo Petro, al defecarse sobre las cabezas y los almuerzos de sus secuestrados.   2- Los flatos soltados sobre las narices de Jesús; los machacones infligidos a sus testículos; y la emisión forzada de sus heces fecales para convertirlo en un montón de huesos putrefactos... son hechos que contrastados con los crímenes horrorosos cometidos por Petro, en contra de sus víctimas enterradas vivas en las cárceles del pueblo, res

Petro comienza a cometer los crímenes que investigaron, acusaron y condenaron Deng Xiaoping y Mijaíl Gorbachov.

  Gerardo Jurado Ciro gerardojurado2017@gmail.com 1-Para escribir parte de esta columna tomamos material de Daniel Alonso. @danialonpri : “El día 3 de Mayo el Oncólogo Ryan Cole compareció en el Parlamento Europeo para advertir del aumento dramático en cánceres desde el año 2021. Pero no sólo Ryan Cole lo ha notado, pues, los datos oficiales son escalofriantes: el CDC de USA en su Informe Semanal de Mortalidad y Morbilidad recoge un aumento del 338% en CÁNCERES a partir de la semana 14 de 2021 que es cuando las vacunas covid-19 se hicieron masivas en USA.   2- Ni Petro, ni su ministra de Salud, ni los gobernadores, ni los alcaldes, han investigado un 338% de aumento en cánceres. Tampoco han buscado la verdad sobre un asunto tan delicado: es decir, si es cierto que un 338% de aumentos de cánceres a partir de la semana 14 de 2021 proviene de las vacunas del covid-19. Claro está que del presidente Petro solo esperamos que quebrante la Constitución y gire la cabeza hacia el lado izquierdo