1- La izquierda radical que está en el Congreso, se equivocó; se equivocó también la que está en la Fiscalía, la JEP y las Cortes; y se equivocó igualmente la que está en el Gobierno y la prensa… Sin embargo, en estos momentos cruciales no se puede equivocar el Presidente de la República, doctor Iván Duque Márquez. La única voz dando órdenes que hoy quiere escuchar el país, es la de su Presidente, puesto que, el narcotráfico que acaba de desafiar en Colombia a los colombianos, es el narcotráfico global que viene de Cuba, Venezuela, México, Nicaragua, Bolivia y el Foro de Sao Paulo. Narcotráfico global y poderoso del cual se apoderó, utilizó y aumentó a su antojo el castrochavismo, creado en 1999 por Fidel Castro y Hugo Chavez, y que todavía no detecta el ministro de defensa, señor Botero.
2- Iván Márquez, lleno de miedo porque las autoridades de los EEUU vienen para él, acaba de desafiar en Colombia a los colombianos y Colombia ingenuamente cree que el señor está sólo. O apenas acompañado de unos pocos disidentes de las Farc. Equivocación colosal del Gobierno colombiano. Marquez le declaró la guerra a la democracia, a nombre de los narcotraficantes, venezolanos, cubanos, nicaragüenses y bolivianos que, agrupados por el Foro de Sao Paulo, financian las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia. En Venezuela y, bajo la dirección de Maduro, están preparados para accionar violentamente contra Colombia, "8 frentes del ELN, 6 de las Farc y 4 del EPL. Y, el periodista de la izquierda radical, Yamid Amat, comete el disparate de decir que Uribe está llamando a la guerra.
3- Es deplorable que el ministro de defensa, Guillermo Botero, la cúpula de las FFAA y la prensa de opinión de la Democracia Liberal, ignoren que el castrochavismo utiliza la política para tapar sus crímenes. Con la política, Fidel, Chavez y Maduro… han tapado sus múltiples crímenes de narcotráfico global. Han tapado al mismo narcotráfico que destruye a 315 millones de drogadictos que mata anualmente a 250.000 drogadictos e intimida a 1.500 millones de personas en el mundo. A un 20% de la humanidad. El país espera que el señor Presidente Duque no subestime esta amenaza terrible y real, y nombre ya una comisión de altísimo nivel que viaje a acordar con EEUU y el mundo, la manera de enfrentar este desafío del narcotráfico global, a 8.000 millones de personas.
4- (…) “Ha comenzado la segunda Marquetalia bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos de levantarse en armas contra la opresión". No es la voz de Márquez, sino la voz de Cuba que avisa que reactiva las acciones criminales con las que ensangrentó en Colombia a los colombianos desde el 09 de abril de 1948. Y mientras tanto la izquierda radical sigue enfrascada en la discusión bizantina de la guerra y la paz que permite que el narcotráfico global, se desarrolle en Latinoamérica hasta adquirir las dimensiones colosales que hoy tiene, y que valiéndose de éstas amenace ahora a 1.500 millones de personas en el mundo. El presidente Duque tiene que escuchar atentamente la advertencia que hace el mayor general Hugo Carvajal, ex jefe de Inteligencia de Venezuela: “Maduro y los narcos colombianos preparan acciones violentas contra Colombia”
5- Carlos Sánchez Berzaín: “El castrochavismo conspira contra las democracias con el narcotráfico, aplicando la proclama de Castro y del che Guevara de "inundar de droga al imperio para liquidar a sus jóvenes". Por eso es imprescindible la cocaína de Márquez y de los cocaleros de Evo, con la que atacan a los Estados Unidos, México, Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Centro América, el Caribe y a toda la región. Márquez y Santrich están defendiendo el narcotráfico que es una de las principales actividades de los detentadores del poder en Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua.” El discurso de la guerra y la paz, ha sido, es y será un discurso bizantino, puesto que, todos queremos la paz y aborrecemos la guerra. Que de él hablen los políticos de la izquierda radical y los periodistas de la izquierda radical. Que todos digan que Uribe está llamando a la guerra, cuando está llamando a la defensa del país.
6- Santos, De la Calle, Jaramillo, Roy y Cepeda… negociaron la paz con el narcotráfico global, el pueblo rechazó ese acuerdo, el presidente Uribe y el Centro Democrático se opusieron a ese acuerdo, y toda la izquierda radical, la que legisla, gobierna, aplica justicia, opina e informa, de manera monolítica, defiende con los dientes y con las uñas y con los codos ese acuerdo infame. Y mientras la izquierda radical, ciega, sorda y muda, defiende su acuerdo de paz, una de las partes firmantes, el narcotráfico global, sigilosa y subterráneamente, fortalece sus alianzas con el narcotráfico global manejado por Maduro, Raul y el Foro de Sao Paulo. Y así, la izquierda radical creo el gran lío o gran embrollo, del que no es capaz de salir y por eso tienen que actuar los presidentes Duque y Trump.
7- Iván Márquez, El Paisa y Jesús Sanctrich, no tienen la fuerza física de un hombre de 30 años, sin embargo, poseen los conocimientos y la experiencia de un criminal de 60. Por eso es ingenuo suponer que están desafiando a Colombia, a los EEUU y al mundo, prevalidos de 18 bandoleros armados con flechas, escopetas y machetes… como retrotrayéndose a la Marquetalia de Marulanda. Ellos saben que el mundo no los percibe como guerrilleros comunistas, sino como narcotraficantes globales, apoyados por los narcotraficantes globales de Mexico, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia… Y saben igualmente que serán perseguidos por la justicia y los ejércitos de Colombia, los EEUU y el mundo. Saben de la misma manera que detrás de ellos están los hombres y las armas de los narcotraficantes mexicanos, cubanos, venezolanos, bolivianos y nicaragüenses que proveen de dinero del narcotráfico al Foro de Sao Paulo, y éste provee de dinero a las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia… No hay que engañarse, pues, con el tamaño y las armas del enemigo.
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