La izquierda radical ha manejado con los pies el narcotráfico
1- El debate nacional sobre la JEP, Santrich, el exfiscal, la extradición… Todavía no ha llegado al meollo del asunto: la corresponsabilidad penal de Colombia en las muertes anuales por sobredosis, de 250.000 drogadictos. Colombia es el primer productor de cocaína en el mundo, 250.000 hectáreas sembradas de coca; y es el primer productor y exportador de cocaína, 1.500 toneladas. 250.000 muertes anuales totalizan 2.250.000 muertes en 9 años. Las muertes generadas por la guerra de Siria en 9 años, totalizan 370.000. Entonces las muertes generadas por el narcotráfico es 6 veces más que las muertes de la guerra en Siria. Todo alrededor del narcotráfico es grave. Sin embargo, este es el hecho más grave, pues, no hay nadie que lo haya abordado, pese a que es el suceso que puede mandar a la cárcel de los EEUU a los narcos colombianos y a sus cómplices.
2- A 3 magistrados de la JEP no les importó que su decisión equivocada de ordenar la liberación de Santrich, convirtiera a Colombia en el país más peligroso y odiado del mundo, pues, al no fumigar y no extraditar, aumentaría todavía más la coca y la cocaína, y consecuentemente, incrementaría el número de drogadictos -hoy 315 millones- y el número de muertes anuales por sobredosis -hoy 250.000-. No les importó a los 3 magistrados el hecho fatal que Colombia hoy amenazara a 1.500 millones de personas en el mundo -20% de la población mundial-: 315 millones de drogadictos, 630 millones de padres de esos drogadictos y 555 millones de hermanos, esposas, esposos e hijos de esos drogadictos. Los amigos y defensores de esos 3 magistrados se aterran con las muertes que produjo Pablo Escobar, pero, no se aterran con los 2.250.000 muertos del narcotráfico en 9 años.
3-La izquierda radical, la legislativa, judicial, gubernativa y periodística, proclive a defender los errores colosales cometidos por Juan Manuel Santos, insiste en tapar la metida de pata de los 3 magistrados de la JEP, y esa terquedad comunista le podría costar a Colombia los dos ojos de su cara, puesto que, los EEUU le podrían recordar al país que el narcotráfico global se hace rico por medio de un concierto para delinquir; y que por lo tanto, de ese concierto para delinquir se deriva un concierto para castigar; y que no existe entre Colombia y los EEUU un concierto para perdonar; es decir, el perdón que aplico Colombia a los narcos no obliga a los EEUU. Por lo tanto, aunque los narcos sean exculpados en Colombia por la JEP, los EEUU continuará persiguiéndolos y pidiéndolos en extradición. Máxime cuando son corresponsables por la muerte anual de 250.000 drogadictos.
4- Cómo existía un concierto para delinquir, Enrique Santos y Juan Manuel Santos y De la Calle y Jaramillo, no les podían ofrecer perdón a los narcos de las Farc, puesto que, los EEUU no los iban a perdonar. Ahí metieron las dos patas y se equivocaron de cabo a rabo, creando una inseguridad jurídica no fácilmente remediable. Tendrían que concertar Colombia y los EEUU ese perdón y eso es imposible, pues, los narcos colombianos son corresponsables penalmente por la muerte anual de 250.000 drogadictos. Inclusive esa corresponsabilidad va más allá e incluye a los cómplices de los narcos, es decir, involucra a los magistrados que en Colombia han evitado la extradición de los narcotraficantes, esto es, los magistrados de la JEP y de la Corte Constitucional, pues, la advertencia que les hizo el embajador Kevin Whitaker fue torpemente desoída.
5- La izquierda radical, pues, ha manejado con los pies el asunto del narcotráfico global, y con los pies ha manejado las relaciones con los EEUU: hizo un acuerdo de paz con el narcotráfico y resulto ser apenas una desmovilización parcial de los guerrilleros; suspendió la extradición y la fumigación y elevó la coca a 250.000 hectáreas y la cocaína a 1.500 toneladas; subió los drogadictos a 315 millones y los muertos anuales por sobredosis a 250.000… Y los congresistas de la izquierda radical le dicen a los EEUU que no se metan en nuestros asuntos y por los medios de comunicación salen retratados con los narcotraficantes, y de manera abierta y descarada defienden la inocencia de Santrich y acusan a la Fiscalía. Tanta grosería y bastedad con 1.500 millones de víctimas, directas e indirectas, del narcotráfico, serán cobradas con la extradición.
6- Más temprano que tarde la izquierda radical va a tener que mirarse hacia adentro y en un acto de introspección valorar sus hechos pasados y presentes, pues, ha manejado y está manejando muy mal las relaciones con los EEUU: ordena poner en libertad a Santrich y luego dice que se debe investigar y juzgar, pero no extraditar; se otorga el derecho de rechazar las pruebas recogidas por los investigadores gringos, afirmando que carecen de idoneidad; desconoce los convenios de extradición existentes entre Colombia y los EEUU; perdona el delito de narcotráfico como si hubiese sido cometido sólo en Colombia y no fuera derivado de un concierto para delinquir; desecha la tragedia de 315 millones de drogadictos y de 250.000 drogadictos que matan cada año las sobredosis; sin vergüenza defiende a los que mataron a una mujer indefensa colocándole una bomba en el cuello y a 11 diputados encadenados y amarrados en la selva…
7- El manejo equivocado y torpe que la izquierda radical le ha dado al narcotráfico, suprimiendo la extinción de dominio, la extradición y la fumigación con Glifosato, podría elevar fácilmente las hectáreas sembradas de coca a 500.000; las toneladas de cocaína a 3.000; los drogadictos a 630 millones; las muertes anuales por sobredosis a 500.000 y, atérrense: las víctimas del narcotráfico en el mundo, directas e indirectas, a la cifra escalofriante de 3.000 millones; nada más y nada menos que el 40% de la población mundial -el 40% de 7.550 millones-. Obviamente los presidentes Trump y Duque no van a permitir que se produzca semejante hecatombe mundial, por culpa directa de los narcotraficantes colombianos y sus cómplices: JEP, CC, congresistas y periodistas. Seguramente van a crear un concierto médico, judicial y policivo, para ganarle esta guerra al narcotráfico global.
8- La mirada hacia adentro que sé de la izquierda radical debe extenderse hasta el escenario colombiano y espantoso que lo espera el mundo, si no se revocan las decisiones absurdas de no extraditar, no fumigar y no hacer extinción de dominio: hectáreas de coca 500.000; toneladas de cocaína 3.000; drogadictos en el mundo 630 millones; muertes anuales en el mundo por sobredosis 500.000; víctimas del narcotráfico, directas e indirectas, 3.000 millones, el 40% de la población mundial que es de 7.550 millones. Sin embargo, lo peor serían las extradiciones masivas de colombianos a los EEUU, magistrados, congresistas, jueces, narcotraficantes…, pues, el mundo entero se volcaría furioso sobre Colombia a cobrarle los crímenes cometidos contra 630 millones de drogadictos y contra 500.000 drogadictos muertos cada año por sobredosis. Máxime cuando la guerra de Siria genera 370.000 muertos en 9 años. Roy, Benedetty, Cepeda, Robledo, Petro... Deben mirarse hacia adentro, haciendo simultáneamente la introspección que 1.500 millones de personas en el mundo esperan de ellos.
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