Confiamos en que el presidente Duque cierre la JEP

14-“Se denomina realidad al conjunto de las cosas existentes, como también a las relaciones que esas mantienen entre si”: Existen en Colombia 240.000 hectáreas sembradas de coca; existen laboratorios que producen cada año 1.000 toneladas de cocaína que es exportada al mundo vía Venezuela; existe un grupo de narcotraficantes globales; existe una economía paralela y derivada del narcotráfico global; existen en Colombia regiones dominadas por el narcotráfico; existen en Colombia cadenas locales de narcotraficantes menores que envenenan a los jóvenes; existen en Colombia drogadictos -chimpancés de ojos azules- con el lóbulo frontal parcial o totalmente destruido por la cocaína; existe en Colombia la JEP integrada por magistrados comunistas que protegen -constitucionalmente- al narcotráfico global; existen en Colombia políticos de la izquierda radical que propenden a mantener a la JEP aunque se derive de un acuerdo rechazado; existe en Colombia el Centro Democrático que propende a disipar las contingencias creadas con el acuerdo de paz.  

 15- “Se denomina realidad al conjunto de las cosas existentes, como también a las relaciones que esas mantienen entre si”: El conjunto de cosas existentes en Colombia, confirma que Santos firmó un acuerdo de paz con narcotraficantes colombianos y no con políticos rebeldes. Destacan en el congreso, después de la firma del acuerdo de paz, narcotraficantes globales en vez de políticos rebeldes. El conjunto de las cosas existentes confirma que el grupo narcotraficante, con el cual Santos firmó dizque la paz, está incurso en el delito global de narcotráfico, y, por lo tanto, es susceptible de ser pedido en extradición por las autoridades de los EEUU. El conjunto de cosas existentes confirma que los magistrados de las altas cortes y la JEP, son susceptibles de ser pedidos en extradición por las autoridades de los EEUU, por consentir el perdón a narcotraficantes globales hasta diciembre/16, por consentir que éstos llegaran al congreso, por su corresponsabilidad penal en la suerte de 315 millones de drogadictos y por la muerte anual de 250.000 drogadictos por sobredosis.  

 16-“Se denomina realidad al conjunto de las cosas existentes, como también a las relaciones que esas mantienen entre si”: El conjunto de cosas existentes en Colombia confirman que Gobierno, Congreso, JEP, altas Cortes y Fiscalía, se arrogan el derecho de ser permisivos y laxos con los narcotraficantes globales y colombianos, soslayando que los delitos globales les corresponden castigarlos también a la justicia global e internacional, puesto que, conjurar la amenaza del narcotráfico global le incumbe a todo el mundo y no meramente en Colombia a los colombianos: recordemos que son amenazadas y puestas debajo de la guillotina del narcotráfico global, 1.500 millones de personas en el mundo, esto es, el 18.75% de la población mundial; 315 millones de drogadictos; de ellos 158 millones deambulando por las ciudades con el cerebro chiquito de un chimpancé; 250.000 drogadictos que mueren cada año por sobre dosis; 630 millones de padres y 555 millones de hermanos, esposas, esposos e hijos de drogadictos.

 17- El país de la izquierda radical, pero, sobre todo, sus líderes, esperan que el presidente Duque defina favorablemente la Ley Estatutaria de la JEP. Si esto llega a suceder, el grupo narcotraficante global, con el cual Santos firmó dizque la paz y que está incurso en el delito global de narcotráfico, y, por lo tanto, expuesto a ser pedido en extradición por las autoridades de los EEUU, se sentiría envanecido, victorioso y ufano por haberle ganado al Centro Democrático y a los EEUU la guerra contra la extradición, pues, se beneficiaría con la buena suerte de Santrich. Por su lado, los fiscales, magistrados de las altas Cortes y la JEP, también susceptibles de ser pedidos en extradición por las autoridades de los EEUU, por su complicidad con el narcotráfico global y, sobre todo, por su corresponsabilidad penal en la suerte de 315 millones de drogadictos y en la muerte anual de 250.000 drogadictos por sobredosis, se sentirían ganadores y con el camino pavimentado para continuar dándole garrote al Centro Democrático y a los enemigos de la paz falsa. 

 18-Sin embargo, y tratándose de la defensa crucial de 315m de drogadictos y de ésos 158m de chimpancés de ojos azules y de 630m de padres y 555m de otros familiares, es un disparate esperar que el presidente Trump y las autoridades judiciales de los EEUU se van a quedar quietas y con los brazos cruzados. Pues, sin vencer al anillo primigenio del narcotráfico global, esto es, a Colombia, el país mayor productor de coca en el mundo y mayor exportador de cocaína en el mundo, cualquier plan global contra el narcotráfico global está condenado al fracaso. Por eso es dable suponer que el presidente Trump y la justicia de los EEUU le apachurren primero la cabeza a Maduro, a Cabello y a los generales venezolanos; luego al Foro de Sao Paulo que recibe dinero del narcotráfico en cabeza de la ex Farc y el ex Eln; y al final, y prevalidos de las investigaciones sobre el narcotráfico en Venezuela y Foro de Sao Paulo, agarren del cuello en Cuba a los cubanos, en México a los mexicanos y en Colombia a los colombianos. 

 19-Definir favorablemente la Ley de la JEP, para tener contenta a la izquierda radical, significa afirmar las provocaciones y los desafíos al presidente Trump y a la justicia de los EEUU: 1) Colombia firmó un acuerdo de paz falsa con narcotraficantes y se niega a reconocerlo; 2) ese acuerdo de paz falsa fue rechazado por el pueblo y en Colombia los colombianos rehúyen la aceptación de eso No; 3) la JEP fue creada por narcotraficantes para defenderse de la extradición y condenar a las FFAA, pero Colombia elude la rectificación de ese yerro; 4) los magistrados de la JEP fueron elegidos por cinco comunistas, se oponen a la extradición de narcotraficantes y Colombia esquiva la corrección de ese equívoco; 5) Congreso, Gobierno anterior, Fiscalía, Cortes  y JEP, se empecinan en defender el acuerdo de paz falsa, aunque sólo vaya quedando de él la firma de Santos, pues, los demás firmantes son narcotraficantes invisibles y no políticos rebeldes, sin embargo, Colombia se obstina en preservar ese disparate. 

 20- La Ley de la JEP nos convierte en aliados del narcotráfico, enemigos de la justicia internacional y verdugos de 1.500m de personas: 1) el acuerdo de paz sin legitimidad política queda investido de legitimidad jurídica; 2) la JEP derivada del narcotráfico y el acuerdo de paz ilegítimo, queda investida de legalidad para perdonar a los narcos y condenar a las FFAA; 3) la JEP queda investida de legalidad para rechazar solicitudes de extradición de narcos; 4) la JEP queda investida de legalidad para atajar a la justicia internacional que persiga a los narcos; 5) la JEP queda investida de legalidad para lavar las utilidades del narcotráfico; 6) la JEP queda investida de legalidad para ser el escudo de los narcos perseguidos por la justicia internacional por ser los culpables de la destrucción de 1.500m  de personas; y 7) la JEP queda investida de legalidad para salvaguardar al narcotráfico global, salvaguardando al anillo primigenio del narcotráfico mundial: 240.000 hectáreas de coca y 1.000 toneladas de cocaína. 

 21- La justicia de los EEUU, para proteger a 1.500 millones de víctimas mundiales del narcotráfico global, le declara la guerra a los narcotraficantes. Sin embargo, la JEP, tribunal de justicia creado por el narcotráfico colombiano, integrado por magistrados comunistas, se erige como muro infranqueable que neutraliza la acción de la justicia de los EEUU, contra ese anillo primigenio del narcotráfico global, esto es, los narcotraficantes colombianos amurallados detrás de 240.000 hectáreas de coca y la producción de 1.000 toneladas anuales de cocaína. El presidente Trump, consciente del liderazgo mundial acumulado por el presidente Duque, le pide deshacer ese galimatías o nudo gordiano. Siendo así, confiamos que el presidente Duque objete la Ley de la JEP e inicie la tarea de cerrar la JEP abierta por el narcotráfico, pues, de mantenerla viva, se convertiría en ese principal obstáculo que tendrían los presidentes, Trump y Duque, para usar su enorme liderazgo mundial en la lucha contra el narcotráfico global.