Señora Vicepresidenta Marta Lucía Ramírez: salve usted la economía invirtiendo y no gastando.
Gerardo Jurado Ciro
gerardojurado2017@gmail.com
1-El virus y sus efectos dañinos sobre la salud y la economía van a permanecer entre nosotros, entre 12 y 18 meses más, de acuerdo con el concepto de los científicos; el virus ataca y destruye principalmente, la salud, la producción, los salarios, los consumos y los impuestos, por lo tanto, es imperativo concebir y desarrollar un modelo sanitario y económico heterodoxo que permita salvaguardar la salud, la producción, los salarios, los consumos y los impuestos.
2- El virus ataca y destruye la salud y la economía; obvio entonces que es preciso contraatacarlo con las únicas Drogas eficaces que tenemos, mientras aparece la vacuna, esto es, la cuarentena y el pago total de los salarios y demás gastos fijos, causados durante el tiempo que duren las cuarentenas. Por supuesto, nos referimos a todos los salarios del sector productivo, formal e informal, y asimismo a todos los gastos fijos -arrendamientos, intereses, servicios públicos..- que de alguna manera preservan la respiración de la economía.
3- Es improcedente pretender reactivar la economía incurriendo en más gastos, ya que, los gastos se pierden; los $160.000, o los $350.000, o la mitad de la prima, o el mercado, grande o pequeño, son gastos que se pierden; representan un esfuerzo muy grande del Gobierno y le ayudan muy poco a las familias. La reactivación económica demanda, en vez de gasto, inversión; el gasto se pierde, en vez de retornar; la inversión en cambio, es recuperable; esto es, retorna. Para que las empresas vuelvan a producir, facturar, generar caja y pagar impuestos, hay que invertir, en vez de gastar.
4- Crear una empresa demanda invertir en terrenos, edificios y máquinas; y esa inversión vuelve o regresa por medio de las utilidades que generan, los salarios, la producción y las ventas; el virus destruye los salarios, pero deja intactos terrenos, edificios y máquinas; se requiere entonces pagar los salarios y demás gastos fijos causados en todas las cuarentenas; y pagarlos a modo de inversión, en vez de gasto; porque de no hacer esa inversión, la inversión hecha en terrenos, edificios y maquinas, se pierde, pues, lo que les da vida a esos activos fijos e inanimados, son los salarios…; o el capital humano…; o la fuerza de trabajo..; o las mujeres y los hombres que los usan para producir bienes y servicios.
5- Cuando un empresario toma la decisión de abrir una fábrica, invierte en terrenos, edificios y maquinas; y después de tener disponibles las instalaciones, contrata la fuerza de trabajo y comienza su actividad fabril; es decir, uniendo a las máquinas, a los materiales y a la fuerza de trabajo, empieza a producir, a vender y a generar utilidades e impuestos. El virus mandó la fuerza de trabajo para la casa, pero no detuvo los consumos; y éstos para su materialización, requieren de los salarios; obvio entonces que es preciso pagar salarios y gastos fijos para mantener vigentes la producción, los ingresos y los consumos.
6- Casi son equiparables los efectos de un tsunami, o un terremoto, o el coronavirus; los tres eventos sobrenaturales son destructores; los tres sucesos tienen la capacidad de acabar con los edificios, las máquinas y los muebles y enseres; los tres acontecimientos obligan a los empresarios a comenzar nuevamente de cero. ¿Cómo? Invirtiendo en terrenos, edificios y máquinas; y contratando otra vez, fuerza de trabajo.
7- La diferencia del coronavirus con el tsunami y el terremoto, es que sus efectos letales, son mundiales y éstos son locales; también que éstos acaban con todo y aquéllos dejan en pie los edificios y las máquinas. Sin embargo, y si no se pagan los salarios y demás gastos fijos causados durante las cuarentenas, los edificios, las máquinas y los muebles y enseres quedan igualmente destruidos…; generándose una debacle de proporciones cataclísmicas.
8- Somos afectos y leales a la Democracia Liberal, al presidente Duque, al presidente Uribe y al Centro Democrático; por eso precisamente les ayudamos diciéndoles la verdad: el ministro Carrasquilla dice que es optimista porque solo el 33% de las empresas se van a quebrar; eso más que un disparate, es una irresponsabilidad solemne; existen medios idóneos para evitar la quiebra de las empresas, la pérdida de la producción, de los salarios y los consumos. Se requiere, sí, un poco de imaginación y, sobre todo, mucha determinación política.
9-Esa catástrofe social y económica se puede y se tiene que evitar: ¿Cómo? Endeudándose en los billones de pesos que sean necesarios, y de manera simultánea, Gobierno y Sector Productivo, a 20 o 30 años, para invertir en los salarios y demás gastos fijos causados en las cuarentenas pasadas, presentes y futuras; y de manera paralela, refinanciando a 5 o 10 años todas las deudas del sector productivo, formal e informal, vigentes el 31 de julio. Si el endeudamiento llega al 99% del PIB, el sector productivo es capaz de pagarlo en 20 o 30 años; mejor eso que mueran las personas y las empresas por falta del oxígeno que sólo da el endeudamiento inteligente.
10- Entre la inversión y el gasto se encuentra la solución de la crisis socio-económica desatada por el virus en todo el mundo. El gasto se pierde y quiebra al Gobierno y al sector privado. La inversión regresa y salva al Gobierno y al sector privado. La doctora Marta Lucía Ramírez, Vicepresidenta de la República, tiene perfectamente clara, la diferencia entre gasto e inversión; y por eso precisamente propone hacer inversiones que regresen, en vez de incurrir en gastos que se pierden; también aboga para usar el Patrimonio Autónomo, como medio de financiación para millones de mujeres…
11- La señora Vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, con una visión y una lucidez extraordinarias, llegó al meollo del asunto: una Fiducia Mercantil en Garantía o un Patrimonio Autónomo, con bienes fideicomitidos propiedad de la Nación, para captar dinero en el país y fuera de él, para financiar a las pequeñas, medianas y grandes empresas femeninas, formales e informales. La señora Vicepresidenta lo ha dicho con claridad meridiana: si es para invertir, en vez de endeudarnos para gastar, debemos endeudarnos sin miedo.
12- Todos los organismos formales de crédito, todos los Bancos Centrales y todos los ministros de Hacienda del mundo, se han equivocado de cabo a rabo durante esta crisis económica generada por el virus: desde que ordenaron la primera cuarentena, debieron ordenar también el pago de todos los salarios y todos los demás gastos fijos, causados durante las cuarentenas. Debieron desde el principio acometer la defensa de la producción, los salarios y los consumos, puesto que, la producción se mantiene viva invirtiendo, en vez de mantenerse viva gastando. Para producir, vender y generar utilidades e impuestos, es preciso invertir, en vez de gastar.
13- Todo tiene su momento; y al dinero especulativo le sobrevino la hora de ser útil: si desde el principio los ministros de hacienda del mundo le hacen caso a los científicos y médicos, y avizoran la catástrofe económica que se venía encima, y se juntan y crean una Fiducia Mercantil en Garantía mundial, o un Patrimonio autónomo y mundial, con bienes fideicomitidos aportados por cada uno de los 200 países, para recoger dinero especulativo en todos los mercados financieros, a 20 o 30 años, para prestárselo al sector productivo, formal e informal, con los mismos plazos, se habrían salvado ya la producción, los salarios y los consumos de todo el mundo.
14- Triste y trágico es que hoy siguen proponiendo ingresos para los trabajadores sin la contrapartida de la producción; es decir, continúan proponiendo gastos en vez de inversión; jamás un empresario ha producido, vendido y generado utilidades e impuestos, gastando; para generar utilidades e impuestos es preciso invertir en terrenos, edificios, maquinaria, muebles y enseres, materiales y salarios…
15- Por eso estas propuestas no sirven: 1) vender empresas del estado para gastar ese dinero en subsidios y regalos; 2) reforma tributaria para gastar esos impuestos en subsidios y regalos; 3) aumentar la deuda de la Nación para gastar ese dinero en subsidios y regalos; 4) gastar dinero obsequiando un salario mínimo durante varios meses; 5) aumentar los gastos en ayudas sociales de $160.000 y $350.000… y en la mitad de la prima…
16- Creíamos que al Gobierno le faltaba una mentalidad empresarial, con visión de corto, mediano y largo plazo; nos equivocamos; esa visión la tiene la señora Vicepresidenta, doctora Marta Lucía Ramírez: ella descendió hasta el meollo del asunto: endeudarse sin miedo porque es para invertir, pues, la inversión regresa; jamás endeudarse para gastar, ya que, el gasto se pierde; pagar los salarios y demás gastos fijos, formales e informales, causados durante las cuarentenas, es invertir, en vez de gastar; si no se invierte en los salarios y los gastos causados en las cuarentenas, la inversión hecha en terrenos, edificios máquinas y materiales, se pierde… se gasta… se va por la cañería… y todo fenece.
Comentarios
Publicar un comentario