Gerardo Jurado Ciro
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@Gjuradociro
1- Ni el legislativo, ni el ejecutivo, ni el judicial, ni las FFAA, ni la prensa del centro izquierdo, ni Enrique Santos, ni las Farc, ni Leyva, ni Santiago, ni Henao, ni Montealegre, ni Roy, ni Claudia, ni Benedetti... descubrieron los errores del centro izquierdo que hoy ahorcan y asfixian al proceso de paz, y hacen imposible su implementación. De la Calle les perdonó a las Farc, de modo retroactivo y unilateral -y el pueblo en vez de respaldar esa decisión le dijo NO a De la Calle-, el hecho de haber cometido delito de narcotráfico en Colombia, hasta el 24 de noviembre de 2016. Sin embargo, no le pidió a los EEUU perdonar también y retroactivamente, hasta el 24 de noviembre de 2016, el delito de narcotráfico cometido por las Farc en los EEUU.
2- Por culpa de esa incoherencia, cualquier juez de los EEUU, verraco frente a la decisión del centro izquierdo de la JEP, de suspender la extradición de Jesus Santrich, podría tirarse el proceso de paz, ordenando la captura de los 15 señores de las Farc. ¿O creen los izquierdistas colombianos de que Santrich es inocente y los otros 14 también? Perdonar retroactivamente el delito de narcotráfico en Colombia, y ni perdonar retroactivamente y simultáneamente el delito de narcotráfico en los EEUU, es una acción judicial estéril, porque su resultado penal siempre será cero. La arrogancia de la JEP es una metida de pata. Porque el narcotráfico es delito conexo al delito político en Colombia, susceptible de indulto en Colombia, pero no en los EEUU.
3- Ni el legislativo, ni el ejecutivo, ni el judicial, ni las FFAA, ni la prensa del centro izquierdo, ni Enrique Santos, ni las Farc, ni Leyva, ni Santiago, ni Henao, ni Montealegre, ni Roy, ni Claudia, ni Benedetti... descubrieron los errores que cometieron en la Habana, Humberto de la Calle Lombana y otros. Errores que hoy hacen imposible la implementación del acuerdo bilateral de paz. Pues, De la Calle cometió, entre otros, el error de no solicitarle a los EEUU la revocación de las recompensas que ofrece por las capturas de 15 ex miembros de las Farc, y con ese error les limpió el camino a los mercenarios del mundo, quienes depositarios de la tecnología de punta y de los dones de la invisibilidad y ubicuidad, van a venir a Colombia a cazar a Timochenko..., Marquez..., Catatumbo...,
4- El Departamento de Estado de EEUU sigue ofreciendo hasta 7.500 y hasta 15.000 millones de pesos de recompensa, por la información que señale el paradero y posibilite la captura de 15 exmiembros de las Farc. Si los 15 miembros de las Farc -la contraparte en el proceso de paz-, llegasen a ser capturados por orden de la DEA o cazados por mercenarios cazarrecompensas, tendríamos que asistir al entierro del proceso de paz. Proceso de paz que acaba de dejar moribundo el tribunal de la JEP, al suspender la extradición de Santrich, pues, pondrá más verracos a los jueces norteamericanos, quienes no se quedarán callados ante la JEP, quien los subestimó diciéndoles que en vez de investigar profesionalmente a los narcotraficantes colombianos, habían ordenado capturar a un inocente
5-- El Estado colombiano está compuesto por el pueblo, el territorio y el poder. El acuerdo no es de paz, puesto que, lo firmaron sólo dos actores del conflicto: poder y Farc. Quedaron por fuera tres actores. Pueblo, narcotráfico y EEUU. El acuerdo es de paz si es multilateral: poder, Farc, pueblo, narcotráfico y EEUU. Santos firmó en representación del poder atacado por las Farc. Las Farc firmó y asumió el compromiso de abandonar el narcotráfico y no atacar más al pueblo y al poder. El pueblo no firmó el acuerdo porque lo rechazó con un NO rotundo. El narcotráfico no firmó porque fue excluido de las negociaciones y porque fue patrocinado por el poder para sembrar más coca y exportar más cocaína. Y los EEUU no firmó porque fue excluido de las negociaciones, pues, los negociadores, del centro izquierdo, pensaron de que Obama e Hillary Clinton gobernarían también para el centro izquierdo latinoamericano.
6- Las partes excluidas siguen en lo suyo: el pueblo colombiano, noble, paciente y generoso, propendiendo a un acuerdo de paz que incluya y beneficie a 50 millones de compatriotas, y no sólo favorezca al centro izquierdo y al comunismo latinoamericano. El narcotráfico creciendo para financiar con su dinero a los partidos comunistas reunidos en el Foro de Sao Paulo, y lo peor, creciendo por cuenta de los 315 millones de drogadictos que tiene el mundo, y, lo más grave todavía, creciendo por cuenta de 250.0000 drogadictos del mundo que mueren cada año por sobredosis.
7- Mientras tanto los EEUU se ha aplicado a sus tareas de ubicar, capturar y castigar a los narcotraficantes colombianos, pese a que la JEP, extralimitándose en sus funciones, o peor, atribuyéndose funciones legislativas, desconoció la investigación realizada por los jueces norteamericanos, y suspendió de manera abusiva la extradición de Jesús Santrich. A propósito: Colombia no puede aceptar la decisión inmotivada e ilegal de la JEP, de suspender la extradición de Jesús Santrich, por cuanto esa determinación equivale a patear la lonchera, y esa lonchera que comparten Colombia y los EEUU vale billones de pesos que, se pueden poner en peligro por una decisión política y arbitraria de un tribunal comunista como la JEP.
8- Sorprende de que toda la izquierda, defienda, obstinada y ciega, incluso con vehemencia inusitada, un acuerdo de paz fallido. Es imposible mantener vivo un acuerdo de paz construido entre dos partes de cinco, y dejando por fuera a tres partes de cinco. No puede existir un acuerdo de paz, cuando apenas dos actores de cinco firmaron ese acuerdo. No puede existir un acuerdo de paz, cuando tres actores de cinco fueron excluidos del acuerdo. No puede existir un acuerdo de paz que es bilateral, pues, firmaron Santos y Timochenko, esto es, poder y Farc. No puede existir un acuerdo de paz, si el acuerdo de paz no es multilateral, es decir, un acuerdo firmado por los cinco actores fundamentales del conflicto: poder, Farc, pueblo, narcotráfico y EEUU.
9- Cómo vamos a tener vivo un acuerdo de paz, si sobre las dos partes que firmaron el acuerdo, poder y Farc, se ciernen amenazas calladas de los EEUU que no se entienden, ni se perciben, ni se oyen, ni se dicen formalmente, ¿sino que se suponen e infieren? Sobre Colombia gravitan las amenazas de que más temprano que tarde tendrá que responder ante los EEUU, por su corresponsabilidad penal derivada del hecho de proveerle cocaína a una parte de los 315 millones de drogadictos que tiene el mundo. Y lo peor: responder ante los EEUU, por su corresponsabilidad penal en la muerte anual de 250.000 drogadictos por sobredosis. Y de sobremesa: responder política, comercial, económica y financieramente, por haber incumplido el acuerdo de extradición, al suspender la extradición de Jesús Santrich.
10- Cómo vamos a tener vivo un acuerdo de paz, si la otra parte que firmó el acuerdo -las Farc-, tiene tres amenazas calladas y silenciosas de los EEUU, ahora agravadas por la decisión de la JEP, de desafiar abiertamente a los EEUU, al suspender la extradición de Jesús Santrich: una) los 15 señores de las Farc, por los cuales los EEUU ofrecen recompensas, pueden ser capturados por orden de la DEA; dos) los 15 señores de las Farc, por los cuales los EEUU ofrecen recompensas, pueden ser cazados por comandos mercenarios y cazarrecompensas; y tres) los 15 señores de las Farc, por los cuales los EEUU ofrecen recompensas, pueden ser pedidos en extradición, por su corresponsabilidad penal en la muerte anual por sobredosis de 250.000 drogadictos.
11- Cómo vamos a asegurar de que tenemos paz, si un delito global como el narcotráfico, penalizado en los EEUU, es perdonado retroactivamente en Colombia hasta el 24 de noviembre de 2016, y convertido retroactivamente en delito político, ¿sin obtener reciprocidad o correspondencia o simultaneidad jurídica de los EEUU? Perdonar retroactivamente el delito de narcotráfico en Colombia, y ni perdonar retroactiva y simultáneamente el delito de narcotráfico en los EEUU, es una operación penal y estéril, puesto que, no produce nada, pues, su resultado penal siempre será igual a cero. Desde luego, lo que genera esta operación penalmente estéril, es un efecto político.
12- Los EEUU jamás le va a otorgar reciprocidad jurídica en Colombia a los colombianos, perdonando allá el delito de narcotráfico y convirtiendo allá el delito de narcotráfico en delito conexo con el político. Esa decisión de la JEP, de suspender la extradición de Jesús Santrich, pondrá muy verracos a los jueces norteamericanos que lo investigaron, y, con seguridad, obligarán en Colombia a los colombianos a cumplir el acuerdo de extradición, o someterse a castigos comerciales, políticos, económicos y financieros. La JEP, tribunal comunista en Colombia, haciendo justicia comunista sobre narcotráfico, se estrellará contra un tribunal capitalista en los EEUU, haciendo justicia capitalista sobre narcotráfico, y ahí será Troya para Colombia.
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