Gerardo Jurado Ciro
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@Gjuradociro
1- El 24 de noviembre de 2016, en El Teatro Colon en Bogotá, Santos y Timochenko firmaron el acuerdo de paz. Según el acuerdo aquellos miembros de las Farc que hubieren cometido delito de narcotráfico antes del 24 de noviembre de 2016 quedaban libres de culpa. Y aquellos miembros de las Farc que cometieran delito de narcotráfico después del 24 de noviembre de 2016, serían condenados por la justicia tradicional. Pese a que el narcotráfico es global, y que el delito de narcotráfico es mundial, aunque originando en Colombia como primer eslabón de la cadena del narcotráfico, Colombia no compartió esta decisión con los países consumidores de cocaína.
2- Los negociadores de la paz en la Habana, en vez de tratar el delito de narcotráfico como delito global, lo trataron como delito local y ahí fue Troya, pues, pasaron por alto su naturaleza real, y por eso precisamente quedaron por fuera de las negociaciones los países consumidores de cocaína colombiana. Cuando los negociadores tomaron la decisión de perdonar el delito de narcotráfico hasta el 24 de noviembre de 2016, lo hicieron pensando de que estaban exculpando un delito local, y quizás por eso no consensuaron esa decisión con los países consumidores, para haber evitado de esa manera la asimetría que se produjo el 24 de noviembre, pues, mientras en Colombia el delito de narcotráfico era exculpado retroactivamente, y considerado retroactivamente como delito conexo al delito político, todos los países del mundo lo consideraban delito según su código penal, y conforme a éste lo castigaban hasta el 24 de noviembre de 2016.
3- Cuando en la Habana tomaron la decisión unilateral de exculpar a los narcotraficantes colombianos, pasaron de largo sobre el contexto mundial del narcotráfico: la cadena global del tráfico de cocaína construye su primer eslabón en Colombia; a éste primer eslabón se van agregando otros y otros y otros, hasta cuando la cadena completa comienza a circular por una de las tres empresas del crimen organizado más rentables del mundo...; el narcotráfico produce ingresos de 750.000 millones de dólares anuales; le provee cocaína y otros venenos a 315 millones de drogadictos en el mundo; millones de los 315 millones de drogadictos deambulan por las ciudades del mundo sin lóbulo frontal o con el lóbulo frontal destruido, por lo tanto, sin poder separar lo bueno de lo malo…; y el narcotráfico mata a 250.000 drogadictos al año, por sobredosis.
4- La decisión unilateral tomada por los negociadores de la Habana, de exculpar a los narcotraficantes colombianos, en vez de haber sido una decisión consensuada con todos los países afectados por el consumo de cocaína, creo una contingencia o riesgo de que una orden de captura de las autoridades judiciales de los EEUU, contra uno o varios miembros de las Farc, haga añicos el acuerdo de paz, Santos- Timochenko. Porque una decisión unilateral de los negociadores en la Habana, de exculpar a los narcotraficantes colombianos hasta el 24 de noviembre de 2016, no obliga a la justicia de los EEUU a derogar sus leyes que penalizan ese delito, a expedir otras leyes perdonándolo hasta el 24 de noviembre de 2016, y asimismo a expedir nuevas leyes penalizándolo, como en Colombia, sólo después del 24 de noviembre de 2016.
5- Crear esa contingencia, ampararla con un acuerdo de paz rechazado por el pueblo, y pensar de que las autoridades judiciales de los EEUU, por respeto en Colombia a los colombianos, y por no poner en peligro el proceso de paz, derogarían sus leyes, detendrían los dispositivos de policía y de captura, y expedirían otras leyes para compatibilizar su ordenamiento jurídico, con el nuevo ordenamiento jurídico de Colombia y las Farc, fue un error de cálculo fatal. Tanto que ese sólo error, existiendo otros muy graves, va a reventar el proceso de paz. ¿Quién podría estar seguro en Colombia con esa contingencia viva?
6- Supongamos de que Santrich y Márquez no han delinquido después del 24 de noviembre de 2016, y de que todo vuelve a la normalidad. Quedaría viva la contingencia. Hoy o mañana un juez norteamericano decide mandar por los 12 señores del secretariado, porque el acuerdo de paz, Santos-Timochenko, no derogó el código penal de los EEUU, ni de otros países. Porque el narcotráfico sigue siendo delito global en los EEUU y en el resto del mundo, aunque Colombia lo haya perdonado hasta el 24 de noviembre de 2016, y aunque Colombia lo haya encumbrado a delito conexo con el delito político.
7- Infortunadamente la contingencia descrita está acompañada por otra todavía más grave: la cocaína colombiana y otros venenos, matan cada año y por sobredosis a 250.000 drogadictos según informe de la ONU. En 7 años podrían sumar 1.750.000 los muertos por sobredosis, mientras los muertos en la guerra de Siria podrían sumar 500.000. Ha sido el Presidente Trump el único mandatario que en el mundo se ha interesado para evitar esas víctimas. A Juan Manuel Santos le pidió sin éxito de que redujera los cultivos de coca. Y acaba de atacar al sirio, Bashar al-Ásad, para que no mate más sirios con armas químicas. Más temprano que tarde, Colombia será llamada a responder por su corresponsabilidad penal en estas muertes y será Troya. Señor, De la Calle: usted es el culpable porque Colombia lleve sobre sus espaldas estas dos contingencias que destruirán el proceso de paz, si estos errores no se corrigen ya. No pierda el tiempo endilgándole la culpa de este fiasco a Uribe y a Duque.
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