Petro, que calcula mal será el perdedor y con la información que acumula Trump puede terminar en la cárcel pagando su corresponsabilidad penal en los muertos por sobredosis y su complicidad con el narcoterrorismo.
Lo que expresan estas notas es más o menos lo que se habla entre los ciudadanos cultos y bien informados, sin embargo, lo que se halla debajo de estas conversaciones de los colombianos educados es lo verdaderamente preocupante y grave: Gustavo Petro quiere llevar al presidente Trump a una confrontación política y económica sin precedentes; y el presidente Trump, que es muy inteligente y calculador, quiere que las espuelas de Petro le crezcan tanto que se enrede en ellas; Petro, que casi siempre calcula mal será el perdedor y con la información que acumula Trump puede terminar en la cárcel pagando su corresponsabilidad penal en los muertos por sobredosis y su complicidad con el narcoterrorismo.
La erosión en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos es un tema complejo con múltiples facetas que la convierten en una de las crisis diplomáticas más graves en los últimos 30 años. Esta situación se ha gestado por diversas razones, incluyendo:
.Política migratoria: Las tensiones surgieron con el rechazo de Colombia a recibir vuelos con deportados indocumentados desde Estados Unidos, con el presidente Gustavo Petro denunciando un trato indigno hacia estos ciudadanos.
.Desacuerdos presidenciales: Se han generado entredichos públicos y señalamientos entre los presidentes de ambos países, lo que ha escalado la tensión.
.Narcotráfico: Existe una clara distancia ideológica en las políticas antidrogas, con Estados Unidos manifestando su molestia por el aumento de cultivos ilícitos, la posible no extradición de ciertos individuos y el enfoque del gobierno Petro en la legalización de drogas suaves y la no persecución de pequeños cultivadores de coca. Esto es un punto crítico que erosiona la confianza.
.Afectaciones económicas y sanciones: La crisis podría tener implicaciones económicas significativas para Colombia, incluyendo posibles sanciones arancelarias que afectarían el empleo y restricciones de visas para ciudadanos y funcionarios colombianos.
.Fragilidad diplomática: Se ha señalado que la situación actual se desarrolla en un contexto de una cancillería no completamente organizada y una política exterior debilitada en Colombia, lo que dificulta la gestión de la crisis.
.Reticencia de Colombia: La postura del presidente Petro de no "arrodillarse ni dejarse presionar" frente a las demandas de Estados Unidos ha profundizado las diferencias, alejándose de la diplomacia tradicional.
Esta crisis es considerada por expertos como más grave que la ocurrida hace 30 años durante el gobierno de Ernesto Samper, cuando se le retiró la visa al entonces presidente, debido a la profundidad de las diferencias y el impacto potencial en la cooperación bilateral en áreas como la seguridad y el comercio. La situación demanda prudencia y un diálogo diplomático para evitar un punto de no retorno.
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