El discurso de Petro da Grima y comparándolo con los discursos de Alberto Lleras Camargo y Guillermo León Valencia dan ganas de llorar
El discurso del presidente Petro -15 de julio- da Grima; y comparándolo con los discursos de Alberto Lleras Camargo y Guillermo León Valencia, dan ganas de llorar; y comparándolo con los discursos de los demás presidentes que todos se encerraban a escribir y ensayar sus alocuciones al país, deplora uno que Petro siempre crea que le está hablando en el monte a un grupo de guerrilleros iletrados. En 108 años Lenin y Stalin están prácticamente olvidados, aunque Petro piense que ellos y su comunismo hirsuto se hallan vigentes.
Las "farragosas peroratas presidenciales" caracterizadas por su incoherencia, inconsistencia y dificultad para extraer un mensaje claro, pueden tener un impacto significativo en el devenir político, social y económico de Colombia.
1. Influencia en el Devenir Político:
.Erosión de la Credibilidad y Legitimidad: Un discurso presidencial errático y confuso debilita la confianza en la figura del presidente y, por extensión, en el gobierno. Si la ciudadanía percibe al líder como inestable o incapaz de articular ideas claras, la legitimidad de sus decisiones y la aceptación de sus políticas se ven comprometidas.
.Inestabilidad en el Gabinete y la Administración Pública: Los ministros quedan en una posición precaria. Si las órdenes son desordenadas y contradictorias, o si se les culpa de los fracasos sin una dirección clara, esto puede generar:
.Desmotivación y parálisis: Los funcionarios pueden dudar en tomar decisiones o ejecutar acciones por temor a contradicciones futuras o a ser señalados.
.Rotación de personal: La frustración y la falta de un rumbo claro pueden llevar a renuncias o cambios frecuentes en el gabinete, lo que afecta la continuidad de las políticas y la experiencia institucional.
.Pugnas internas: La confusión puede propiciar interpretaciones diversas de las "órdenes" presidenciales, generando fricciones y luchas de poder dentro del gobierno.
.Dificultad para la implementación de reformas y políticas: Los programas de gobierno, especialmente aquellos de cambio profundo como el que se menciona, requieren de un alto grado de coordinación y entendimiento. Si el presidente no puede comunicar de manera efectiva su visión y las directrices, la implementación de estas iniciativas se vuelve extremadamente difícil, o incluso inviable.
.Polarización y confrontación: Los discursos confusos o con tonos agresivos (como "echar la culpa" a los ministros) pueden exacerbar la polarización política. Alimentan la retórica de la oposición y generan división en la opinión pública, haciendo más difícil la construcción de consensos y la gobernabilidad.
.Impacto en las relaciones internacionales: La imagen de un país y su liderazgo son fundamentales en el ámbito internacional. Un presidente cuya comunicación es percibida como errática o inestable puede generar incertidumbre en los socios comerciales, inversionistas y organismos internacionales, afectando la diplomacia y las alianzas estratégicas.
2. Influencia en el Devenir Social:
.Desinformación y confusión ciudadana: La falta de claridad en el mensaje presidencial dificulta que la ciudadanía comprenda las políticas, los desafíos y las oportunidades del país. Esto puede llevar a la desinformación, la propagación de rumores y una percepción distorsionada de la realidad.
.Pérdida de confianza en las instituciones democráticas: Si el máximo representante del Estado no logra comunicarse de manera efectiva y coherente, se puede generar un sentimiento de frustración y desconfianza en el sistema democrático en su conjunto. Esto podría, a largo plazo, afectar la participación ciudadana y el compromiso cívico.
.Aumento de la ansiedad y la incertidumbre: La falta de un rumbo claro desde la cúpula del poder puede generar incertidumbre en la población sobre el futuro del país, sus derechos, sus proyectos de vida y su seguridad. Esta ansiedad social puede manifestarse en diversas formas de descontento.
.Impacto en el orden público: En un país con desafíos sociales y de seguridad como Colombia, la ambigüedad o la inconsistencia en el discurso presidencial sobre temas sensibles puede ser interpretada de diversas maneras, algunas de las cuales podrían incitar a la desobediencia, la protesta o incluso la violencia, si los mensajes no son recibidos con la claridad y la seriedad necesarias.
3. Influencia en el Devenir Económico:
.Incertidumbre económica y desconfianza de los inversionistas: Los mercados y los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, reaccionan negativamente a la incertidumbre. Discursos presidenciales confusos, contradictorios o que generen dudas sobre la dirección económica del país pueden:
.Desincentivar la inversión: Las empresas dudarán en realizar inversiones a largo plazo si no hay claridad sobre las reglas del juego o el futuro económico.
.Fuga de capitales: Los inversionistas pueden optar por retirar sus capitales del país en busca de entornos más estables y predecibles.
.Volatilidad en los mercados: El valor de la moneda, las acciones y los bonos puede fluctuar drásticamente en respuesta a cada declaración presidencial incoherente, generando inestabilidad.
.Dificultad para la planificación económica: Los ministros de finanzas y planeación necesitan señales claras del presidente para diseñar y ejecutar políticas económicas. La falta de coherencia en los mensajes puede llevar a errores en la toma de decisiones económicas y en la asignación de recursos.
.Impacto en el crecimiento económico y el empleo: La combinación de desconfianza, falta de inversión e inestabilidad puede ralentizar el crecimiento económico y dificultar la creación de empleos, lo que a su vez agrava los problemas sociales.
.Riesgo país y acceso al crédito: Si la percepción de inestabilidad política y de falta de una dirección clara se consolida, el "riesgo país" de Colombia podría aumentar. Esto se traduce en mayores tasas de interés para los préstamos internacionales y una menor capacidad de endeudamiento, afectando la financiación de proyectos y el servicio de la deuda pública.
En resumen, la comunicación presidencial es una herramienta fundamental de gobernabilidad. Cuando esta comunicación es farragosa, incoherente e incomprensible, sus efectos se sienten en cascada a través de todos los pilares de la nación, generando inestabilidad, desconfianza y un freno al desarrollo.
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